sábado, 28 de junio de 2025

Cueva de la Fuente del Carnero (Herrerías)

 

La Fuente del Carnero es un pequeño manantial que nace a la orilla misma del rio Lamasón, muy cerca de unos paredones sobre los que se asientan la finca y las cuadras del Tejal, bajo la carretera de Sobrelapeña a Puente Arrudo.

Es curioso que, a pesar de tratarse de una fuente utilizada por quienes por alli transitan (lugareños, pescadores...), nadie en absoluto parecia saber de la existenia en sus
proximidades de la cueva, la cual, en realidad, constituye la parte aérea del curso activo que da origen al manantial.

Situación
La Cueva de la Fuente del Carnero se abre entre avellanos, unos metros por encima del cauce del río. Se accede hasta ella desde la carretera, a la altura de la finca del Tejal, tomando una vereda que desciende, paralela al cercado septentrional de la finca, en dirección al río Lamasón. Llegados a su cauce, hay que retroceder hacia el sur, siguiendo un sendero de pescadores, y bordear los paredones rocosos emplazados a escasa distancia de su boca. Un antiguo talweg ocupado por bloques cubiertos de musgo la precede. En determinadas ocasiones, dependiendo de la meteorologia y de la situación en que se encuentren los sifones que jalonan el trayecto principal, la boca exhala una corriente de aire fresco que facilita su localización entre la maleza.
A pocos metros, donde acaban las paredes, se abre la sequnda entrada, incomunicada.

Descripción
La zona de entrada es de reducidas dimensiones y conduce enseguida a una espaciosa galería semiactiva, con suelo arenoso, que precede al primer sifón. En aguas altas, este es el primer obstáculo serio, ya que puede permanecer anegado algún tiempo, aunque suele hacerse practicable relativamente pronto. En toda esta primera parte hay niveles inferiores de conductos,
no siempre accesibles, en los que abundan el agua y el lodo. A la derecha de la galería principal se desarrolla un dédalo de galerías escalonadas, que se dirige hacia la cueva CO.221. Esta última actúa como conducto temporal de las aguas en épocas de gran actividad. La comunicación es impracticable, a pesar de hallarse muy próximas y existir una corriente de aire apreciable.

Las aguas que se estancan en este sifón son drenadas a través de la galería de las Piedras de Cristal, que concluye en varios pequeños conductos anegados permanentemente.

Tras el primer sifón se atraviesa un sector amenizado por varias rampas y pasajes bajos, que conduce, luego de franquear una gatera ventilada que desemboca en el techo mismo de un pequeño conducto circular, al segundo sifón. En este punto las cosas vuelven a complicarse, ya que hemos sido testigos de su inundación durante varias semanas. Un rescate a través del exiguo codo tapizado de barro que se. encuentra en su parte inferior no parece, de ningún modo, una perspectiva deseable.

Al otro lado de este sifón, por una rampa y un pequeño escarpe, se alcanza un sector caótico, relativamente complejo, en el cual se escalonan diferentes conductos completamente secos.  El trayecto principal, a través de la sala de La Escombrera, conduce a una zona concrecionada, por encima de la cual también se desarrollan varias galería superiores.

Más adelante, un conducto de variada fisionomía y dimensiones confortables concluye en un meandro amplio.
Trepando en oposición hasta su parte alta se alcanza una ventana que da paso a un túnel de sección elíptica. Dicho Tunel desemboca directamente en el tercer sifón, el más recalcitrante, ya que puede permanecer anegado durante meses, tal como hemos podido constatar a lo largo de varios años (entre 1993 y 1994 año seco y caluroso estuvo inundado desde mediados de agosto hasta mediados de marzo).

Mientras duraron nuestros trabajos en la cueva, el segundo y el tercer sifón estuvieron equipados en fijo con cordel quia de montaña, de 7 mm, anclado a spits, clavijas para barro y puntos naturales consistentes, por si hubiera sido necesario atravesarlos con equipo de buceo (tal circunstancia hubiera sido enormemente compleja y arriesgada). En esos años, hubo largas temporadas durante las cuales el tercer sifón impedia avanzar hacia el fondo.

Al otro lado de este serio obstáculo, y luego de franquear un agujero soplador, se llega a un angosto pasaje que hubimos de abrir a base de maza y puntero (la anécdota es que, mientras uno picaba, el otro salia a vigilar el nivel de aqua en el sifón, que, por vez primera desde hacia siete meses, habia descendido dejando un paso de apenas 60 centímetros de altura).

Una vez franqueada la estreche
Comienzo del Circo Price, Se trata de una sucesión de pasajes desfondados hasta 20 metros de profundidad ocupados en su base por gran cantidad de barro poco viscoso y varios sifones profundos. Para franquearlos
instalar una larga serie de pasamanos, que estuvieron montados hasta el verano de 1999. Al final del Circo Price se alcanza la base de una chimenea, excavada a favor de una falla. Una escalada libre / artificial de siete metros conduce a un pasaje en forma de diaclasa, cuyas dimensiones
aumentan a medida que avanzamos. Súbitamente, la diaclasa da paso a un elevado cañón, en cuyo fondo discurre.
por fin, el rio, camuflado entre grandes bloques Retrocediendo en dirección a la entrada, por la pared de la izquierda, es posible recorrer el curso activo unos pocos metros hasta topar con un sifón.

Aquas arriba, el Cañón de Lamasón se torna caótico, y, más adelante, sus dimensiones se reducen un poco, hasta que se alcanza una encrucijada. Al frente, un murallón interrumpe el paso, aunque se vislumbra una ventana una decena de metros de altura. La escalada hasta ella nos llevó a una serie de rampas con bloques, de poca altura, en cuya parte superior se alcanza el punto más elevado de la cueva (+66 m).

A la izquierda del paredón, destrepando los bloques, se alcanza un conducto de mucha menor talla, gue, luego de varias revueltas, parece concluir en un pinzamiento de la fractura responsable de su formación. Por encima de él discurre un pasaje concrecionado paralelo.

Forzando un paso entre Bloques, angosto y agobiante, logramos descender, una vez al río, el cual aparece embalsado en lo que constituye el cuatro sifón. Se trata de un profundo  lago, que vadeamos con ayuda de un bote. El techo se encuentra a pocos centímetros del agua. Es de suponer que este pasaje tambien debe inundarse, pero no tuvimos ocasión de comprobarlo, debido a que el tercer sifón cerraba por completo e avance.

Al otro lado, el conducto se amplia nuevamente y aparece ocupado por grandes bloques cubiertos de arena, El torrente discurre a la izquierda, a través de un meando impracticable. Luego de escalar un muro de cinco metros alcanzamos una estancia en la que la corriente de aire puede percibirse con mayor o menor intensidad. El día en que se exploró era vehemente y, por ello, el sitio fue bautizado como Cuatro Vientos. En la parte inferior de este lugar un reducto húmedo, frío y angosto pasamos algunos de los ratos de mayor intranquilidad en la cueva, ya que, mientras nos abríamos paso a golpe de maza y puntero, y extraíamos alqunos bloques con ayuda de un rudimentario polipasto, no dejábamos de pensar en los cuatro sifones situados a nuestras espaldas. Todo ello para ganar muy poco, ya que el río proviene del caos de bloques, y la corriente de aire se filtra sin dejar un resquicio al explorador.

No satisfechos con tan amaqro resultado, realizamos una escalada hasta alcanzar una sala circular, muy concrecionada, a la búsqueda de una continuación inexistente. En 1999 dábamos por zanjada la exploración, y orientábamos nuestras pesquisas a la zona del monte situada por encima del trazado de la cueva, a la búsqueda de un posible acceso superior.

Referencia
Boletín Cántabro de Espeleología 16
Federación Cántabra de Espeleología 
Santander 2007

lunes, 26 de mayo de 2025

Cueva Castañera (Reocin)

 


Situación: Situada en la localidad de San Esteban.

Su entrada se abre en las calizas del Cenomanense superior, que se asoman, en estratos sensiblemente horizontales, en los márgenes de una antigua dolina, hoy apenas inexistente, y por la cual surca una pequeña corriente de agua que nace un doscientos de metros mas arriba y penetra en la cueva.

La entrada es de pequeñas dimensiones, dando paso directamente a una galería descendente, de 27 m., con el suelo lleno de bloques, coladas parietales y algunas columnas estalagmiticas. Es recorrida por el riachuelo que penetra por la parte baja de la pared izquierda, a pocos metros de la entrada. Esta galeria principal, que denominaremos Galería del Río, da paso a una sala, o ensanchamiento, donde se abre a la derecha una galeria lateral, de corto recorrido, y que formando un angulo recto toma la dirección de la boca. Prácticamente es una y, cuyo brazo derecho, más largo, de 22 m., de sentido ascendente, con coladas en suelo, techos y paredes y abundantes estalactitas, estalagmitas, así como columnas que la hacen diferente a todo el resto de la cueva. Se cierra por un pequeño caos de bloques que imposibilita la continuación si la hubiese. El brazo izquierdo, que posee en sus comienzos un amontonamiento de lajas de pequeñas dimensiones, procedentes de la disgregación de la caliza de techo y paredes, fenómeno único en toda la cavidad, se ciega en una minúscula sala por ascenso del suelo. Ambos brazos están recorridos en su techo por una diaclasa.

Volviendo a la Galería del Río, a la sala o ensanchamiento antes mencionado, vemos que su techo está recorrido por tres diaclasas, paralelas, en sentido longitudinal, de unos 9 metros. Tiene coladas parietales y bloques en el suelo. 

Continúa en sentido descendente y estrechándose paulatinamente hasta alcanzar un metro. Este estrechamiento en diaclasa da paso a un nuevo ensanchamiento en el que se abre, en su pared derecha, un agujero impracticable. Metros más adelante comienza la primera zona de marmitas practicadas en el lecho del rio. Son similares a las existentes en numerosas cuevas, salvo que el material en que están erosionadas es más bien arenoso, protegido en su zona superficial por una capa mas dura que impide sean erosionadas más rápidamente por el rio.

En esta parte se observa en las paredes de la galería un recubrimiento de colada y arcilla, y el techo recorrido por una diaclasa.

A una treintena de metros comienza otra zona de marmitas, de caracteristicas idénticas a las anteriormente descritas. El corte de la galeria en este punto tiene forma de T, lo cual nos muestra que la circulación del agua fue aprovechando la unión de dos estratos, y que el río erosíonó profundizando hasta el punto donde actualmente se encuentra.

Después de una ligera pendiente el río se precipita, formando cascada, por un corte vertical de casi dos metros, hasta una gran marmita. 

La génesis de este salto bien puede deberse a un proceso de disolución de la roca, buy blanda y arenosa en este punto, coadyuvado por una intersección de diaclasas.

Este salto provoca, además, un cambio en la altura y estructura general de la galeria, pudiendo contarse cuatro potentes estratos con seis metros de altura y un perfil diferente al hasta ahora descrito, convirtiéndose en una zona seca al encajonarse el rio en su fondo, y con una gruesa diaclasa que la recorre longitudinalmente. 

En un ensanchamiento de la galería hay practicadas dos nuevas marmitas, y cubriendo toda la anchura de la galería un “hojaldre” de colada estalagmítica bajo el cual discurre el río.

Poco más adelante comienza una galeria lateral en sentido opuesto a la del río, que denominaremos Galería Arenosa y que luego describiremos. 

A los pocos metros de esta bifurcación, y después de una corta pendiente, nos encontramos con una zona donde el río se embalsa formando un pequeño lago de proporciones alargadas y poca profundidad. El suelo de sus orillas es arcilloso y da paso a otra pequeña pendiente con otro embalse de similares características, aunque más ancho. De este punto parte una nueva galería, que denominaremos Galería Superior, en el mismo sentido a la del río y que estudiaremos posteriormente.

Para continuar por la Galeria del Rio, es preciso penetrar por uno de los dos agujeros existentes en el comienzo de la pared derecha de la Galeria Superior y que comunican con el río. La galeria aquí es de poca altura y es necesario reptar unos metros por el propio lecho del río, bastante arcilloso y con algunas coladas, hasta llegar a un

punto donde se establece una comunicación en el techo con la Galeria Superior. El suelo aqui es más bien arenoso, con algunos bloques y dos nuevas marmitas y sentido descendente. Hay coladas que recubren algunas paredes y que llegan incluso hasta casi cegar la galería, como en el paso que hay que franquear a través de una colada, de muy estrechas proporciones, para llegar al último lago que se observa en esta zona final. Atravesando el cual, y después de un ensanchamiento, finaliza la posibilidad de progresión perdiéndose el rio entre unos bloques.

Volviendo a las galerías que antes dejamos sin describir, y comenzando por la Galeria Arenosa, diremos que su principio es ascendente, con rumbo contrario al de la Galeria del Rio, con el suelo lleno de arena, y con un perfil estrecho y no muy alto, hasta encontrarnos con un ensanchamiento en sentido descendente y un nuevo estrechamiento. Punto éste donde la galeria es mas próxima a la del río. A partir de aqui juzgamos a ambas a la misma altura, aunque en su final se encuentre la Galeria Arenosa a mayor nivel. Cobra de nuevo anchura la Galeria Arenosa y vemos algunas coladas y zonas de bloques, con sensible ascenso progresivo, hasta llegar a cegarse por un tope de concrecíones estalagmíticas. 

Esta galería alcanza igual desarrollo a la del río en su comienzo, y de no haberse cerrado es muy posible comunicase con el exterior, lo cual hubiera sido interesante, pues aportaría datos para la génesis de la cueva. En cuanto a la Galeria Superior, que comienza poco después del segundo de los denominados “lagos”, con el suelo de arena en gran cantidad, y las dos comunicaciones en su pared derecha a la Galeria del Rio, presenta, a los pocos metros, una nueva comunicación practicada en el medio de la galería a modo de recortadura, de dimensiones bastante amplias, que hace pensar en un curso abandonado por el rio al practicar otro, por el cual discurre actualmente. A partir de esta comunicación hay una zona de bloques, en sentido ascendente, que casi taponan la estrecha galería de 1,40 metros, para luego descender formando montículo  ensanchándose a tres metros. Toma aquí la galería un aspecto casi artificial, debido a la horizontalidad de los estratos y a lo plano de su techo, que da un corte a la galería de un perfecto cuadrado. Tiene el suelo lleno de grandes bloques paralelepipedicos y en conjunto tiene un aspecto similar a la vecina cueva de Altamira.

Conviene hacer notar que la galeria discurre a mayor altura que la del rio. Hacia la mitad de esta amplia galeria comienza bajo los bloques el curso seco de un río, que sigue la dirección de la galería, y que la proporciona un suelo arcillo-arenoso. Hay un descenso de altura de techo, de tres a un metro, observándose en el suelo unas desecaciones poligonales en arcilla y algunas estalactitas, estalagmitas y columnas, pero en poca cantidad. Dando un giro de 90° sobre su rumbo se ensancha la galeria hasta 5,60 metros cegándose en laminador El suelo es arcilloso, viéndose en un recodo de la pared izquierda, al comienzo del ensanche, unas pequeñas estalactitas excéntrìcas. Una diaclasa recorre el centro de la galería en sentido longitudinal.

Referencia                                                  Cuadernos de Espeleología 5-6
Publicaciones del Patronato de las Cuevas Prehistóricas de la Provincia de Santander 1971

sábado, 26 de abril de 2025

Cueva Palicordia (Miera)

 


Localidad: Mirones.

Situación: Se parte del cementerio tomando el camino de la derecha hasta dar a una cabaña rodeada de árboles. Seguir por el sendero de la Izquierda y continuar en él un buen rato hasta llegara una zona de espinos, en el interior del monte,que separa dos prados.

Morfologia interna: Su boca tiene forma rectangular y está muy oculta por la vegetación circundante. De la amplia sala de entrada, parte una galería que podemos llamar Principal, además de otras varias que finalizan a escasos metros. Aquella es, en algunos tramos, muy baja y contiene abundante barro. Después se bifurca y su ramal izquierdo desciende durante 20 m hasta cegarse. 

El derecho tiene un caos de bloques, numerosas estalatitas, gours, y finaliza en un pozo obstruido.

Referencia                                                        Cuadernos de Espeleología 8
Publicaciones del Patronato de las Cuevas Prehistóricas de la Provincia de Santander 1975

viernes, 28 de marzo de 2025

La Cuevuca (Ruesga)

 

Se halla situada en la falda del monte "Limón". Para llegar a esta cuevuca se debe ascender por la carretera de Seldesuto, hasta introducirnos en el camino que sube hacia el Mortiro, por el cual nos dirigimos hasta encontrarnos en el "hoyo del Mortiro" Precisamente, se halla situada la entrada á la cueva.

El objetivo que nos llevo a esta cueva por primera vez, en Diciembre del 80, fue el de topografiar la pequeña parte de la cueva que se conocía hasta entonces.

Después de explorar esta parte, nos dirigimos hacia otra sala de la cueva, ésta desconocida hasta aquel día.

Para acceder a la misma es necesario introducirse por un pequeño agujero, por el cual tenemos que retorcernos para Conseguir pasar. Cuando por fin lo logramos, pudimos apreciar la gran belleza de la sala; con estalactitas blancas; otras, con tonos mas oscuros que penden del techo y llegan hasta el suelo. Al final de esta sala escalamos por una pared de unos tres metros, sobre la cual hay otro agujero por el que se inicia un descenso por una pronunciada y resbaladiza pendiente hasta llegar a una sala de grandes dimensiones. En la misma podemos ver una sima de impresionante aspecto a la cual es difícil descender, puesto que el suelo está formado por piedra suelta. Pasando esta sala tenemos nuevamente que agacharnos para llegar a otra más pequeña. De ésta, parten dos galerías, izquierda y derecha: La primera, tambien terminada en una sima en forma de grieta, cuenta con numerosas estalactitas de caprichosas formas excentricas la de la derecha es de mayor longitud, con un suelo sumamente resbaladizo y numerosas subidas y bajadas.

Cuando llegamos a descender las simas, encontramos que se comunican entre sí, en otra galería que desciende hasta un estrecho sifón. La cueva tiene un desnivel total de 83 m.

Referencia
Boletín Cántabro de Espeleología 2
Federación Cántabra de Espeleología 
Santander 1982

martes, 25 de febrero de 2025

Cueva de las Canalejas (Valdaliga)

Acceso: La cueva de las Canalejas atraviesa un pequeño monte calizo situado unos 400 m al sureste de la localidad de Las Cuevas.

Frente a la entrada de la cavidad se encuentra un pequeño valle formado en el contacto normal ya mencionado, y por cuya ladera sur, formada por materiales escasamente karstificables,discurre un pequeño arroyo que recoge las aguas de la valleja, y termina sumiéndose en la roca, dando lugar a la única corriente activa conocida en el sistema en la actualidad.

Al otro lado del monte y sobre él se observa toda una serie de galerías de cueva expuestas al exterior al haberse hundido sus techos y desaparecido parte de sus paredes por efecto de la erosión de la ladera. Estas galerías muestran antiguos conductos del sistema ya abandonados por las aguas en fases antiguas.

Las Canalejas es una cavidad que se desarrolla a favor de intersecciones entre un plano de estratificación y una red de diaclasas de estructura ortogonal, fácilmente apreciable. El plano de estratificación presenta una pendiente en dirección oriental, que es determinante para todo el desarrollo de la cavidad.

La zona más elevada de la cueva se sitúa en su sección Oeste. Observamos galerías abiertas en, o ligeramente bajo, el nivel freático,con poco desarrollo posterior, indicativo de que fueron abandonadas por el agua rápidamente. Observamos la presencia de sedimentos de grano muy fino que forman una superficie plana, típicos de procesos con aguas casi quietas, y tambiến una clara preponderancia de las formas de disolución. La pendiente de la estratificación hizo en este sector que el agua se "deslizara" hacia el este a favor de la misma, ganando así profundidad, tan pronto como el nivel freáico fué descendiendo.

En la zona intermedia se observa que las galerías de dirección Oste-Este permanecieron activas como colectores a favor de la pendiente durante algún tiempo, mientras que las de dirección Sur-Norte no llegaron a desarrollarse en la misma medida, y además quedaron cegadas por los sedimentos de las fases de inundación de las anteriores siendo hoy todas inaccesibles. Sólo la galería Sur-Norte más antigua permanece abierta en la. actualidad un que con algunos pasos casi colmatados. Los sedimentos son de grano fino, en ellos se observan cauces excavados en fases posteriores en caudal libre.

El agua alcanzó posteriormente la zona central del sistema actual. En esta fase se hace evidente el funcionamiento de la cueva como colector de la valleja cerrada junto a la que se encuentra, y cuyas aguas se sumian por lo que hoy son las entradas más cómodas a la cavidad. Primero a través de la boca occidental, y después de la oriental (en época de fuertes lluvias porbablemente por las dos a la vez) dio lugar al desarrollo de conductos de sección mayor que los anteriores en los primeros tramos, que después se dividiendo a favor de la red de diaclasas. Los sedimentos son finos con evidencia de excavación en caudal libre, y las galerías tienden a la forma de arco de medio punto.

El descenso del nivel del valle, siguió favoreciendo la infiltración del agua en puntos cada vez más bajos del plano de estratificación, y por tanto situados más al este. En ese sector los conductos son menores, mostrando una actividad menor de las aguas. La formación de dos grandes dolinas generó la división de las aguas epigeas en varios arroyos.Posteriormente la situación llegó a un punto de equilibrio cuando el río que alimenta las Canalejas alcanzó un sumidero situado en el sector en que las diaclasas se hacen mucho más potentes y atraviesan los distintos planos de estratificación, lo que hace que cualquier deplazamiento lateral de la corriente sea menos probable que una profundización a favor de la gravedad. Desde entonces esta corriente ha continuado un largo proceso de excavación vertical, quedando el río encajonado en un cañón añón de altura variable entre 4 y 8 m. El río busca el equilibrio con el nivel de la surgencia, pero éste no ha sido aún alcanzado. Como consecuencia de este encajonamiento del río, otras corrientes menores que recogían agua de la propia escorrentía de la ladera y de zonas más elevadas del monte, y que afluían al río principal, han generado así mismo excavaciones en profundidad para buscar el equilibrio con aquél,como se aprecia en galerías del sector Sureste.

Es interesante señalar que la surgencia ha permanecido durante la mayor parte del tiempo en la zona más estable para el cavernamiento, sin desplazamientos laterales de la red, mientras ocurrían los fenómenos antes descritos. Por ello la cavidad se extiende como un triángulo cuyo vértice superior sería la surgencia, y todo el lado inferior los distintos puntos por los que el agua ha ido sumiéndose a lo largo del tiempo.

Los fenómenos litogenéticos han sido muy escasos en las Canalejas. Solo se observa la formación de estalactitas y coladas en un pequeño sector de la zona occidental, mientras el resto está por completo desprovisto de ellos. Tampoco existen zonas con derrumbamientos o caídas de bloques. Por todas las galerías es posible constatar que en los techos permanecen visibles las secciones de conductos formados a presión, mostrando con ello una absulota estabilidad de todos los techos. Ambos fenómenos, la falta concreciones y laestabilidad de los techos están relacionados con la prácticamente nula llegada de agua de infiltraciones a los conductos de la cueva. Esto unido a la presencia de pequeños arroyos que fluyen por el exterior del monte nos indica la presencia de un nivel impermeable al agua sobre la cueva. Solo en el sector occidental es posible la llegada de agua a través del propio plano de estratificación en que se abre la cueva, o los situados inmediatamente por encima, favorecido por la pendiente y sucercanía al exterior.

En lo referente a la presencia de seres vivos en la cueva, se ha constatado la existencia de una colonia demurciélagos, aunque formada por pocos individuos, en el mismo sector enque se da el concrecionamiento. En la zona más antigua del sistema, elsector suroeste, se ha observado la presencia de tejones, que acceden a este sector por bocas y gateras impracticables para los humanos. No han sido vistos, pero sí oidos sus gruñidos de advertencia ante la presencia de los espeleólogos. En todo el sector se pueden ver pequeñas excavaciones realizadas por estos animales utilizadas como casas similares a las que realizan los osos, Estas tasugueras se extienden preferentemente por las zonas en que el suelo es horizontal y sedimentos muy finos, También son muy visibles los garrazos de estos tasugos en las paredes de las galerías, algunos muy recientes y otros con pátina que evidencia un mayor tiempo, Los garrazos sea extienden más allá de las zonas con tasugueras, mostrando recorridos que se dirigen a las bocas grandes del sistema, aunque, como ya comentamos, todas las evidencias de estos animales se acumulan en el sector de galerías agateradas.

La práctica totalidad de las galerías, con excepción de las más próximas a la surgencia, que tienen un acceso más dificil, presentan gran cantidad de flechas y señales marcando la dirección de la salida y efectuadas en distintos momentos. Algunas están pintadas en color rojo o verde, otras con lápiz,algunas con carbón o humo de velas y otras grabadas. Parte de éstas últimas presentan ya una pátina similar al resto de la pared, mientras otras tienen un aspecto más reciente. Aunque sabemos que una pátina de este tipo puede ser adquirida por un grabado en pocos decenios, estas diferencias y la variedad de tipos marcas, indican toda una serie de visitas a la cueva. Hay noticias de que algunas hayan sido efectuadas por exploradores aficionados (desde luego no hay constancia de exploraciones de grupos de espeleología federados en esta cueva), pero otras han debido ser visitas de personas de los alrededores.

Uno de los pequeños arroyos exteriores, que antes se sumía por una de las bocas de la cueva, es utilizado para alimentar un abrevadero para el ganado. Con objeto de evitar la pérdida de agua en la cueva y facilitar la construcción del bebedero, la boca fué cerrada con muro de sillarejo perfectamente observable desde el interior.

Referencia
Boletín Cántabro de Espeleología 11
Federación Cántabra de Espeleología 
Santander 1995

jueves, 23 de enero de 2025

Cueva del Toyu (Lamason)

La Cueva del Toyu y sus dos bocas anejas ( Torca Lengo o del Fresnedo y Cueva de Rozada) se abren en la periferia de un cueto que cierra al oeste el valle del Río Latarma, justo antes de que vierta sus aguas en el Lamason, en venta Fresnedo.

Constituye el tramo final del río Latarmá, antes de afluir al Lamasón. Este río es una sucesión de arroyos al aire libre y cuevas activas, alineados sobre una falla, que constituyen el testimonio de un viejo sistema de drenaje subterráneo, hoy transformado en valle por la acción de la erosión.

Situación

La Cueva del Toyu y sus dos bocas anejas (Torca de Lengo o del Fresnedo- y Cueva de Rozada) se abren en la periferia de un cueto que cierra al oeste el valle del río Latarmá, justo antes de que vierta sus aguas en el Lamasón, en Venta Fresnedo. 

Descripción

La Torca de Lengo comienza en fuerte rampa de barro y materia orgánica y desemboca en una salita con varias ramificaciones. Por encima de un gran bloque se accede a la entrada de un meandro ventilado, el cual va a parar a una espaciosa galería horizontal, algo caótica. La continuación principal es una empinada rampa, con algún diverticulo lateral, aque conduce hasta un segundo piso horizontal, bastante amplio, situado a -26 m. En su extremidad más oriental desemboca una galeria en pronunciado declive, que asciende hasta salir al exterior a través de la Cueva de Rozada (-13 m).

En el ángulo SO, oculta por grandes bloques aplanados, arranca una galeria caótica que se cierra para formar una ventana sobre un escarpe de 2,5 m. La corriente de aire indica el camino a seguir. Al pie del escarpe, un segundo escalón vertical puede ser evitado utilizando un pasaje lateral, a la derecha, en fuerte rampa cubierta de barro. Nos encontramos en el recinto más espacioso de la cueva, una amplia sala descendente, pavimentada por coladas. En su parte baja, oculto en parte entre bloques pulidos, cubiertos de pátina negra, arranca un pasadizo descendente, con suelo de arena, que va a parar directamente al sifón terminal del río Latarmá subterráneo (-57 m; fondo medido a -62 m).

El rio Latarmá desaparece bajo tierra a través de la imponente boca de la Cueva del Toyu. La galería de entrada es muy espaciosa, aunque rápidamente su bóveda desciende hasta alcanzar la altura de un hombre. Grandes bloques bordean la margen izquierda del rio, en la cual engarza un pasaje ascendente, excavado a favor de los estratos. Inmediatamente se alcanza la primera cascada (P 7 m), que es necesario descender por la derecha, siguiendo una instalación acrobática, para evitar el azote del aqua en caso de crecida. Se alcanza así una pequeña plataforma que domina la segunda cascada (P 9 m). Esta es mucho más peligrosa que la primera, ya que el rio se precipita por un tubo de apenas 1,5 m de diámetro. Cruzando por encima de ese tubo puede accederse al borde superior de un segundo tubo paralelo, inactivo, por donde el descenso se realiza sin problemas. Existe, también, la posibilidad de avanzar de frente, por encima de este segundo pozo, hasta alcanzar una serie de pasajes angostos y tortuosos, emplazados a cierta altura sobre el cauce del río, que van a parar directamente a la continuación aquas abajo. El descenso de la vertical vale la pena, no obstante, ya que lleva directamente al borde de un hermoso lago en el que se precipita con furia el río, La sala del lago se prolonga en una galería amplia en la que, al poco, el rio desaparece a través de un sifón.

Hay que buscar un paso entre bloques, al pie mismo de la vertical, para acceder a un laberíntico entramado de pasajes, excavados a favor del buzamiento y posteriormente reexcavados en profundos meandros. La progresión es algo compleja y, por ello, es muy fácil despistarse. Finalmente se atraviesan un par de salas y un estrecho meandro hasta desembocar en un sector algo más espacioso, en el que inmediatamente reaparece el rio, circulando tranquilamente al pie de una playa de arena. Todo este tramo de galería tiene una sección característica, como consecuencia del buzamiento de los estratos.

Por fin se llega al lago que precede al sifón terminal (-57 m) y a la confluencia con las galerías procedentes de las bocas superiores del complejo. Cruzar ese lago no siempre resulta fácil, debido al variable nivel de las aguas.

El trayecto del río subterráneo hasta el exterior es desconocido, aunque no tendrá más allá de 150 m. La resurgencia se sitúa al pie de la Canal de Rozada, en un caos de bloques al borde mismo del río, y es impenetrable.

Referencia
Boletín Cántabro de Espeleología 16
Federación Cántabra de Espeleología 
Santander 2007