Este año de 1975 se cumple el centenario del
descubrimiento de la cueva de Altamira como yacimiento
prehistórico. Fue el verano de 1875
cuando don Marcelino Sanz de Sautuola visitó
por primera vez la que después
había de ser famosa cueva de Altamira, en las
proximidades de Santillana del Mar.
Hacía entonces siete años que el campesino Modesto Cubillas, de Vispieres, había dado ocasionalmente con la entrada, totalmente oculta por la maleza. Sautuola no tuvo tiempo hasta 1875 de ir a inspeccionar la nueva gruta y a realizar sus primeras excavaciones. Sabemos que en esta visita, ya centenaria, vio algunas pinturas en negro de las salas más profundas, pero no las dio importancia por su carácter poco realista, sólo a base de puntuaciones. Ciertamente, Altamira entraba en la historia de
De aquí que podamos considerar que
desde 1975 a 1979
estos cuatro años próximos, estamos en fase de
celebración de actos conmemorativos ante fechas tan señaladas, encaminados
sobre todo a recoger una doble vertiente.
De un lado, a exaltar la importancia trascendental que para la historia de la cultura y del arte universal tuvo el descubrimiento de Altamira. De otro, a recordar la ilustre figura de Marcelino Sautuola, cuya intuición genial le hizo entrar por la puerta por donde sólo han pasado las grandes personalidades y los grandes ingenios: la de la fama.
Sautuola, que nunca hasta ahora exceptuando
el nombre que el Museo de Prehistoria de Santander dio a su Sección de
Espeleología y al
Seminario ha recibido un homenaje de agradecimiento ni por parte de los
científicos, ni de autoridades, bien merece que, aprovechando esta plataforma del
centenario de su extraordinario descubrimiento, vuelva a la actualidad, y se muestre al mundo, a la ciencia y a las gentes, la categoría de su
personalidad, el valor de sus previsiones y la trascendencia del hallazgo que dio a Occidente y
a España las primicias del nacimiento del arte.
Bien estaría que el Patronato de las
Cuevas Prehistóricas organizase para estos cuatro años, que han de culminar en 1979, una serie de actos,
publicaciones, conferencias, estudios, etc., que vengan a proclamar
internacionalmente el valor de un español que supo, con su amigo Vilanova,
mantener por encima de toda oposición, por alta que viniese, su criterio
acertadísimo de la fecha paleolítica para el gran conjunto de pinturas de
Altamira.
Porque desde el momento de su hallazgo,
Altamira fue un hito que ha ido engrandeciéndose en su
significado conforme los años han transcurrido.
Gracias a ella, Santander fue
elegido como escenario de muchas e internacionales experiencias científicas sobre la Prehistoria , y centro de atractivo para los grandes prehistoriadores europeos. Desde
Altamira, Santander ha ido ocupando puesto, de los primeros, en
hallazgos y materiales
del hombre del Paleolítico y hoy nuestra prehistoria es, sin
duda, una de las aportaciones más significativas a la cultura universal. Si en algo
Santander se conoce y valora
internacionalmente es como foco primerísimo de esa época apasionante e inicial
de la vida del hombre como especie.
Hace también muchos años que se
viene clamando por dar a Santander la altura que le corresponde por
encerrar el conjunto de pinturas más geniales del hombre primitivo, y por la categoría de sus yacimientos
arqueológicos, conocidos universalmente.
Santander es el lugar más idóneo para enseñar a los estudiantes, no sólo españoles, sino del mundo
entero, esa etapa misteriosa que fue sentando las bases de las grandes civilizaciones.
Para ello la futura Facultad de Letras habría de considerar como una de sus
más trascendentales aspiraciones la creación de un Centro o Instituto Internacional de Prehistoria
que ofreciese a Europa y a
los demás continentes lo que estamos obligados a dar, por imperativo del destino, puesto que de ello se nos
ha entregado a manos llenas.
«Cuadernos de Espeleología» estima
que uno de los más auténticos homenajes al descubridor de Altamira sería la
potenciación, a la altura que le corresponde, de la prehistoria montañesa, que es,
de hecho, la prehistoria universal.
Al cumplirse el centenario de la
reaparición ante el hombre civilizado de la obra más genial del arte de la antigüedad
prehistórica, «Cuadernos
de Espeleología » quiere hacer resaltar el mérito
y la genial
previsión de Sautuola, que abrió campos insospechados al
conocimiento de la sensibilidad y la
mente del hombre del paleolítico y colocó el nombre de España y de Santander en primera línea en esta ciencia, todavía muy
joven y apasionante,
que se llama Prehistoria.
Bibliografia
Cuadernos de Espeleología 8
Publicaciones del Patronato de las Cuevas Prehistóricas de la Provincia de Santander
1975
Publicaciones del Patronato de las Cuevas Prehistóricas de la Provincia de Santander
1975