La Semana Naval en Santander inauguración del Monumento a la Marina De Castilla y al Emigrante, en Peña Cabarga

Con asistencia del Príncipe y del vicepresidente del Gobierno, pronunció una conferencia sobre «Política del mar» el almirante Nieto Antúnez

Santander 8 de Julio de 1968. (Crónica telefónica de nuestro redactor, enviado especial.) Este día, penúltimo de la Semana Naval, ha estado dedicado principalmente a la provincia de Santander. Se inauguraron, con participación de fuerzas navales, el paseo de la Marina, en Suances; el monumento conmemorativo de los antiguos astilleros de Guarnizo, en Astillero; las obras del Club Náutico—acto seguido de la ofrenda en el monumento a los "Hombres del Mar"— en Laredo, con la presencia del comandante, jefes y oficiales del buque - insignia "Canarias", a bordo del cual se encuentra el Príncipe Don Juan Carlos; hubo una regata interprovincial de bateles en Castro Urdíales; se cantó una Salve a la Virgen del Puerto y hubo un homenaje a la memoria de Juan de la Cosa, en Santoña; se desarrolló una exhibición de helicópteros y una ofrenda a la Virgen en San Vicente de la Barquera; visitó una Delegación de la Organización Sindical el "Dédalo", el "Canarias", la XXI escuadrilla de destructores y la XLI de corbetas; los guardiamarinas visitaron las cuevas de Altamira y la villa de Santillana; fue clausurada la exposición de temas navales, en los salones de la Cámara de Comercio, e inaugurado el monumento a la Marina de Castilla y al emigrante, en Peña Cabarga. Este acto estuvo presidido por el ministro de Marina, almirante don Pedro Nieto Antúnez, con asistencia de los titulares de la cartera de la Gobernación, teniente general Alonso Vega, y de la Comisaría del Plan de Desarrollo, señor López Rodó. Asistieron también, entre otras altas autoridades, los capitanes generales de la VI Región Militar y del Departamento Marítimo de El Ferrol del Caudillo y el director general de la Guardia Civil. El monumento, situado en un maravilloso paraje, a 22 kilómetros de Santander el pico Llen—, a 568 metros sobre el nivel del mar, es de hormigón armado, representa el faro y tiene 47 metros de altura, con una pasarela de 50 metros de longitud, que conduce a un museo naval instalado en su interior.

El presidente de la Diputación, don Pedro Escalante Huidobro, hizo el ofrecimiento a la Armada. Contestó el almirante Nieto Antúnez con un discurso, en el cual dijo:"Estas piedras han de atestiguar para siempre lo que el mar fue, lo que el mar es y lo que el mar ha de ser para Castilla y para España." Bendijo el monumento el arzobispo de Sión y vicario general castrense, doctor Alonso Muñoyerro, Rindió honores, a los acordes del Himno Nacional, una compañía del crucero "Canarias" y ondearon las banderas de España y de todos los países americanos. El ministro de Marina descubrió una lápida conmemorativa, con la siguiente inscripción:

"La Diputación Provincial de Santander dedica este monumento entre el cielo y él mar a la gloria de nuestra Marina y de nuestros emigrantes. Que siempre como hasta aquí, Dios alumbre el rumbo de los navíos españoles por todos los mares y aliente las esperanzas de los que se arrancaron de su Patria para abrirse paso por él mundo. Sepan marinos e indianos, desde puesto en la Historia como Pero Niño o Juan de la Cosa; en el ápice del triunfo de su generosidad, como Valdecilla o Comillas, o desconocidos en el anónimo del deber cumplido o del empeño inalcanzado, que su dulce Cantabria tiene siempre para ellos abiertos los brazos de sus montañas y propicios los arrullos de sus olas."


Fuente: ABC (Periódico) Madrid 1968