martes, 25 de febrero de 2025

Cueva de las Canalejas (Valdaliga)


Acceso: La cueva de las Canalejas atraviesa un pequeño monte calizo situado unos 400 m al sureste de la localidad de Las Cuevas.

Frente a la entrada de la cavidad se encuentra un pequeño valle formado en el contacto normal ya mencionado, y por cuya ladera sur, formada por materiales escasamente karstificables,discurre un pequeño arroyo que recoge las aguas de la valleja, y termina sumiéndose en la roca, dando lugar a la única corriente activa conocida en el sistema en la actualidad.

Al otro lado del monte y sobre él se observa toda una serie de galerías de cueva expuestas al exterior al haberse hundido sus techos y desaparecido parte de sus paredes por efecto de la erosión de la ladera. Estas galerías muestran antiguos conductos del sistema ya abandonados por las aguas en fases antiguas.

Las Canalejas es una cavidad que se desarrolla a favor de intersecciones entre un plano de estratificación y una red de diaclasas de estructura ortogonal, fácilmente apreciable. El plano de estratificación presenta una pendiente en dirección oriental, que es determinante para todo el desarrollo de la cavidad.

La zona más elevada de la cueva se sitúa en su sección Oeste. Observamos galerías abiertas en, o ligeramente bajo, el nivel freático,con poco desarrollo posterior, indicativo de que fueron abandonadas por el agua rápidamente. Observamos la presencia de sedimentos de grano muy fino que forman una superficie plana, típicos de procesos con aguas casi quietas, y tambiến una clara preponderancia de las formas de disolución. La pendiente de la estratificación hizo en este sector que el agua se "deslizara" hacia el este a favor de la misma, ganando así profundidad, tan pronto como el nivel freáico fué descendiendo.

En la zona intermedia se observa que las galerías de dirección Oste-Este permanecieron activas como colectores a favor de la pendiente durante algún tiempo, mientras que las de dirección Sur-Norte no llegaron a desarrollarse en la misma medida, y además quedaron cegadas por los sedimentos de las fases de inundación de las anteriores siendo hoy todas inaccesibles. Sólo la galería Sur-Norte más antigua permanece abierta en la. actualidad un que con algunos pasos casi colmatados. Los sedimentos son de grano fino, en ellos se observan cauces excavados en fases posteriores en caudal libre.

El agua alcanzó posteriormente la zona central del sistema actual. En esta fase se hace evidente el funcionamiento de la cueva como colector de la valleja cerrada junto a la que se encuentra, y cuyas aguas se sumian por lo que hoy son las entradas más cómodas a la cavidad. Primero a través de la boca occidental, y después de la oriental (en época de fuertes lluvias porbablemente por las dos a la vez) dio lugar al desarrollo de conductos de sección mayor que los anteriores en los primeros tramos, que después se dividiendo a favor de la red de diaclasas. Los sedimentos son finos con evidencia de excavación en caudal libre, y las galerías tienden a la forma de arco de medio punto.

El descenso del nivel del valle, siguió favoreciendo la infiltración del agua en puntos cada vez más bajos del plano de estratificación, y por tanto situados más al este. En ese sector los conductos son menores, mostrando una actividad menor de las aguas. La formación de dos grandes dolinas generó la división de las aguas epigeas en varios arroyos.Posteriormente la situación llegó a un punto de equilibrio cuando el río que alimenta las Canalejas alcanzó un sumidero situado en el sector en que las diaclasas se hacen mucho más potentes y atraviesan los distintos planos de estratificación, lo que hace que cualquier deplazamiento lateral de la corriente sea menos probable que una profundización a favor de la gravedad. Desde entonces esta corriente ha continuado un largo proceso de excavación vertical, quedando el río encajonado en un cañón añón de altura variable entre 4 y 8 m. El río busca el equilibrio con el nivel de la surgencia, pero éste no ha sido aún alcanzado. Como consecuencia de este encajonamiento del río, otras corrientes menores que recogían agua de la propia escorrentía de la ladera y de zonas más elevadas del monte, y que afluían al río principal, han generado así mismo excavaciones en profundidad para buscar el equilibrio con aquél,como se aprecia en galerías del sector Sureste.

Es interesante señalar que la surgencia ha permanecido durante la mayor parte del tiempo en la zona más estable para el cavernamiento, sin desplazamientos laterales de la red, mientras ocurrían los fenómenos antes descritos. Por ello la cavidad se extiende como un triángulo cuyo vértice superior sería la surgencia, y todo el lado inferior los distintos puntos por los que el agua ha ido sumiéndose a lo largo del tiempo.

Los fenómenos litogenéticos han sido muy escasos en las Canalejas. Solo se observa la formación de estalactitas y coladas en un pequeño sector de la zona occidental, mientras el resto está por completo desprovisto de ellos. Tampoco existen zonas con derrumbamientos o caídas de bloques. Por todas las galerías es posible constatar que en los techos permanecen visibles las secciones de conductos formados a presión, mostrando con ello una absulota estabilidad de todos los techos. Ambos fenómenos, la falta concreciones y laestabilidad de los techos están relacionados con la prácticamente nula llegada de agua de infiltraciones a los conductos de la cueva. Esto unido a la presencia de pequeños arroyos que fluyen por el exterior del monte nos indica la presencia de un nivel impermeable al agua sobre la cueva. Solo en el sector occidental es posible la llegada de agua a través del propio plano de estratificación en que se abre la cueva, o los situados inmediatamente por encima, favorecido por la pendiente y sucercanía al exterior.

En lo referente a la presencia de seres vivos en la cueva, se ha constatado la existencia de una colonia demurciélagos, aunque formada por pocos individuos, en el mismo sector enque se da el concrecionamiento. En la zona más antigua del sistema, elsector suroeste, se ha observado la presencia de tejones, que acceden a este sector por bocas y gateras impracticables para los humanos. No han sido vistos, pero sí oidos sus gruñidos de advertencia ante la presencia de los espeleólogos. En todo el sector se pueden ver pequeñas excavaciones realizadas por estos animales utilizadas como casas similares a las que realizan los osos, Estas tasugueras se extienden preferentemente por las zonas en que el suelo es horizontal y sedimentos muy finos, También son muy visibles los garrazos de estos tasugos en las paredes de las galerías, algunos muy recientes y otros con pátina que evidencia un mayor tiempo, Los garrazos sea extienden más allá de las zonas con tasugueras, mostrando recorridos que se dirigen a las bocas grandes del sistema, aunque, como ya comentamos, todas las evidencias de estos animales se acumulan en el sector de galerías agateradas.

La práctica totalidad de las galerías, con excepción de las más próximas a la surgencia, que tienen un acceso más dificil, presentan gran cantidad de flechas y señales marcando la dirección de la salida y efectuadas en distintos momentos. Algunas están pintadas en color rojo o verde, otras con lápiz,algunas con carbón o humo de velas y otras grabadas. Parte de éstas últimas presentan ya una pátina similar al resto de la pared, mientras otras tienen un aspecto más reciente. Aunque sabemos que una pátina de este tipo puede ser adquirida por un grabado en pocos decenios, estas diferencias y la variedad de tipos marcas, indican toda una serie de visitas a la cueva. Hay noticias de que algunas hayan sido efectuadas por exploradores aficionados (desde luego no hay constancia de exploraciones de grupos de espeleología federados en esta cueva), pero otras han debido ser visitas de personas de los alrededores.

Uno de los pequeños arroyos exteriores, que antes se sumía por una de las bocas de la cueva, es utilizado para alimentar un abrevadero para el ganado. Con objeto de evitar la pérdida de agua en la cueva y facilitar la construcción del bebedero, la boca fué cerrada con muro de sillarejo perfectamente observable desde el interior.

Referencia
Boletín Cántabro de Espeleología 11
Federación Cántabra de Espeleología 
Santander 1995

jueves, 23 de enero de 2025

Cueva del Toyu (Lamason)

Constituye el tramo final del río Latarmá, antes de afluir al Lamasón. Este río es una sucesión de arroyos al aire libre y cuevas activas, alineados sobre una falla, que constituyen el testimonio de un viejo sistema de drenaje subterráneo, hoy transformado en valle por la acción de la erosión.

Situación

La Cueva del Toyu y sus dos bocas anejas (Torca de Lengo o del Fresnedo- y Cueva de Rozada) se abren en la periferia de un cueto que cierra al oeste el valle del río Latarmá, justo antes de que vierta sus aguas en el Lamasón, en Venta Fresnedo. 

Descripción

La Torca de Lengo comienza en fuerte rampa de barro y materia orgánica y desemboca en una salita con varias ramificaciones. Por encima de un gran bloque se accede a la entrada de un meandro ventilado, el cual va a parar a una espaciosa galería horizontal, algo caótica. La continuación principal es una empinada rampa, con algún diverticulo lateral, aque conduce hasta un segundo piso horizontal, bastante amplio, situado a -26 m. En su extremidad más oriental desemboca una galeria en pronunciado declive, que asciende hasta salir al exterior a través de la Cueva de Rozada (-13 m).

En el ángulo SO, oculta por grandes bloques aplanados, arranca una galeria caótica que se cierra para formar una ventana sobre un escarpe de 2,5 m. La corriente de aire indica el camino a seguir. Al pie del escarpe, un segundo escalón vertical puede ser evitado utilizando un pasaje lateral, a la derecha, en fuerte rampa cubierta de barro. Nos encontramos en el recinto más espacioso de la cueva, una amplia sala descendente, pavimentada por coladas. En su parte baja, oculto en parte entre bloques pulidos, cubiertos de pátina negra, arranca un pasadizo descendente, con suelo de arena, que va a parar directamente al sifón terminal del río Latarmá subterráneo (-57 m; fondo medido a -62 m).

El rio Latarmá desaparece bajo tierra a través de la imponente boca de la Cueva del Toyu. La galería de entrada es muy espaciosa, aunque rápidamente su bóveda desciende hasta alcanzar la altura de un hombre. Grandes bloques bordean la margen izquierda del rio, en la cual engarza un pasaje ascendente, excavado a favor de los estratos. Inmediatamente se alcanza la primera cascada (P 7 m), que es necesario descender por la derecha, siguiendo una instalación acrobática, para evitar el azote del aqua en caso de crecida. Se alcanza así una pequeña plataforma que domina la segunda cascada (P 9 m). Esta es mucho más peligrosa que la primera, ya que el rio se precipita por un tubo de apenas 1,5 m de diámetro. Cruzando por encima de ese tubo puede accederse al borde superior de un segundo tubo paralelo, inactivo, por donde el descenso se realiza sin problemas. Existe, también, la posibilidad de avanzar de frente, por encima de este segundo pozo, hasta alcanzar una serie de pasajes angostos y tortuosos, emplazados a cierta altura sobre el cauce del río, que van a parar directamente a la continuación aquas abajo. El descenso de la vertical vale la pena, no obstante, ya que lleva directamente al borde de un hermoso lago en el que se precipita con furia el río, La sala del lago se prolonga en una galería amplia en la que, al poco, el rio desaparece a través de un sifón.

Hay que buscar un paso entre bloques, al pie mismo de la vertical, para acceder a un laberíntico entramado de pasajes, excavados a favor del buzamiento y posteriormente reexcavados en profundos meandros. La progresión es algo compleja y, por ello, es muy fácil despistarse. Finalmente se atraviesan un par de salas y un estrecho meandro hasta desembocar en un sector algo más espacioso, en el que inmediatamente reaparece el rio, circulando tranquilamente al pie de una playa de arena. Todo este tramo de galería tiene una sección característica, como consecuencia del buzamiento de los estratos.

Por fin se llega al lago que precede al sifón terminal (-57 m) y a la confluencia con las galerías procedentes de las bocas superiores del complejo. Cruzar ese lago no siempre resulta fácil, debido al variable nivel de las aguas.

El trayecto del río subterráneo hasta el exterior es desconocido, aunque no tendrá más allá de 150 m. La resurgencia se sitúa al pie de la Canal de Rozada, en un caos de bloques al borde mismo del río, y es impenetrable.

Referencia
Boletín Cántabro de Espeleología 16
Federación Cántabra de Espeleología 
Santander 2007