martes, 25 de febrero de 2025

Cueva de las Canalejas (Valdaliga)


Acceso: La cueva de las Canalejas atraviesa un pequeño monte calizo situado unos 400 m al sureste de la localidad de Las Cuevas.

Frente a la entrada de la cavidad se encuentra un pequeño valle formado en el contacto normal ya mencionado, y por cuya ladera sur, formada por materiales escasamente karstificables,discurre un pequeño arroyo que recoge las aguas de la valleja, y termina sumiéndose en la roca, dando lugar a la única corriente activa conocida en el sistema en la actualidad.

Al otro lado del monte y sobre él se observa toda una serie de galerías de cueva expuestas al exterior al haberse hundido sus techos y desaparecido parte de sus paredes por efecto de la erosión de la ladera. Estas galerías muestran antiguos conductos del sistema ya abandonados por las aguas en fases antiguas.

Las Canalejas es una cavidad que se desarrolla a favor de intersecciones entre un plano de estratificación y una red de diaclasas de estructura ortogonal, fácilmente apreciable. El plano de estratificación presenta una pendiente en dirección oriental, que es determinante para todo el desarrollo de la cavidad.

La zona más elevada de la cueva se sitúa en su sección Oeste. Observamos galerías abiertas en, o ligeramente bajo, el nivel freático,con poco desarrollo posterior, indicativo de que fueron abandonadas por el agua rápidamente. Observamos la presencia de sedimentos de grano muy fino que forman una superficie plana, típicos de procesos con aguas casi quietas, y tambiến una clara preponderancia de las formas de disolución. La pendiente de la estratificación hizo en este sector que el agua se "deslizara" hacia el este a favor de la misma, ganando así profundidad, tan pronto como el nivel freáico fué descendiendo.

En la zona intermedia se observa que las galerías de dirección Oste-Este permanecieron activas como colectores a favor de la pendiente durante algún tiempo, mientras que las de dirección Sur-Norte no llegaron a desarrollarse en la misma medida, y además quedaron cegadas por los sedimentos de las fases de inundación de las anteriores siendo hoy todas inaccesibles. Sólo la galería Sur-Norte más antigua permanece abierta en la. actualidad un que con algunos pasos casi colmatados. Los sedimentos son de grano fino, en ellos se observan cauces excavados en fases posteriores en caudal libre.

El agua alcanzó posteriormente la zona central del sistema actual. En esta fase se hace evidente el funcionamiento de la cueva como colector de la valleja cerrada junto a la que se encuentra, y cuyas aguas se sumian por lo que hoy son las entradas más cómodas a la cavidad. Primero a través de la boca occidental, y después de la oriental (en época de fuertes lluvias porbablemente por las dos a la vez) dio lugar al desarrollo de conductos de sección mayor que los anteriores en los primeros tramos, que después se dividiendo a favor de la red de diaclasas. Los sedimentos son finos con evidencia de excavación en caudal libre, y las galerías tienden a la forma de arco de medio punto.

El descenso del nivel del valle, siguió favoreciendo la infiltración del agua en puntos cada vez más bajos del plano de estratificación, y por tanto situados más al este. En ese sector los conductos son menores, mostrando una actividad menor de las aguas. La formación de dos grandes dolinas generó la división de las aguas epigeas en varios arroyos.Posteriormente la situación llegó a un punto de equilibrio cuando el río que alimenta las Canalejas alcanzó un sumidero situado en el sector en que las diaclasas se hacen mucho más potentes y atraviesan los distintos planos de estratificación, lo que hace que cualquier deplazamiento lateral de la corriente sea menos probable que una profundización a favor de la gravedad. Desde entonces esta corriente ha continuado un largo proceso de excavación vertical, quedando el río encajonado en un cañón añón de altura variable entre 4 y 8 m. El río busca el equilibrio con el nivel de la surgencia, pero éste no ha sido aún alcanzado. Como consecuencia de este encajonamiento del río, otras corrientes menores que recogían agua de la propia escorrentía de la ladera y de zonas más elevadas del monte, y que afluían al río principal, han generado así mismo excavaciones en profundidad para buscar el equilibrio con aquél,como se aprecia en galerías del sector Sureste.

Es interesante señalar que la surgencia ha permanecido durante la mayor parte del tiempo en la zona más estable para el cavernamiento, sin desplazamientos laterales de la red, mientras ocurrían los fenómenos antes descritos. Por ello la cavidad se extiende como un triángulo cuyo vértice superior sería la surgencia, y todo el lado inferior los distintos puntos por los que el agua ha ido sumiéndose a lo largo del tiempo.

Los fenómenos litogenéticos han sido muy escasos en las Canalejas. Solo se observa la formación de estalactitas y coladas en un pequeño sector de la zona occidental, mientras el resto está por completo desprovisto de ellos. Tampoco existen zonas con derrumbamientos o caídas de bloques. Por todas las galerías es posible constatar que en los techos permanecen visibles las secciones de conductos formados a presión, mostrando con ello una absulota estabilidad de todos los techos. Ambos fenómenos, la falta concreciones y laestabilidad de los techos están relacionados con la prácticamente nula llegada de agua de infiltraciones a los conductos de la cueva. Esto unido a la presencia de pequeños arroyos que fluyen por el exterior del monte nos indica la presencia de un nivel impermeable al agua sobre la cueva. Solo en el sector occidental es posible la llegada de agua a través del propio plano de estratificación en que se abre la cueva, o los situados inmediatamente por encima, favorecido por la pendiente y sucercanía al exterior.

En lo referente a la presencia de seres vivos en la cueva, se ha constatado la existencia de una colonia demurciélagos, aunque formada por pocos individuos, en el mismo sector enque se da el concrecionamiento. En la zona más antigua del sistema, elsector suroeste, se ha observado la presencia de tejones, que acceden a este sector por bocas y gateras impracticables para los humanos. No han sido vistos, pero sí oidos sus gruñidos de advertencia ante la presencia de los espeleólogos. En todo el sector se pueden ver pequeñas excavaciones realizadas por estos animales utilizadas como casas similares a las que realizan los osos, Estas tasugueras se extienden preferentemente por las zonas en que el suelo es horizontal y sedimentos muy finos, También son muy visibles los garrazos de estos tasugos en las paredes de las galerías, algunos muy recientes y otros con pátina que evidencia un mayor tiempo, Los garrazos sea extienden más allá de las zonas con tasugueras, mostrando recorridos que se dirigen a las bocas grandes del sistema, aunque, como ya comentamos, todas las evidencias de estos animales se acumulan en el sector de galerías agateradas.

La práctica totalidad de las galerías, con excepción de las más próximas a la surgencia, que tienen un acceso más dificil, presentan gran cantidad de flechas y señales marcando la dirección de la salida y efectuadas en distintos momentos. Algunas están pintadas en color rojo o verde, otras con lápiz,algunas con carbón o humo de velas y otras grabadas. Parte de éstas últimas presentan ya una pátina similar al resto de la pared, mientras otras tienen un aspecto más reciente. Aunque sabemos que una pátina de este tipo puede ser adquirida por un grabado en pocos decenios, estas diferencias y la variedad de tipos marcas, indican toda una serie de visitas a la cueva. Hay noticias de que algunas hayan sido efectuadas por exploradores aficionados (desde luego no hay constancia de exploraciones de grupos de espeleología federados en esta cueva), pero otras han debido ser visitas de personas de los alrededores.

Uno de los pequeños arroyos exteriores, que antes se sumía por una de las bocas de la cueva, es utilizado para alimentar un abrevadero para el ganado. Con objeto de evitar la pérdida de agua en la cueva y facilitar la construcción del bebedero, la boca fué cerrada con muro de sillarejo perfectamente observable desde el interior.

Referencia
Boletín Cántabro de Espeleología 11
Federación Cántabra de Espeleología 
Santander 1995

jueves, 23 de enero de 2025

Cueva del Toyu (Lamason)

Constituye el tramo final del río Latarmá, antes de afluir al Lamasón. Este río es una sucesión de arroyos al aire libre y cuevas activas, alineados sobre una falla, que constituyen el testimonio de un viejo sistema de drenaje subterráneo, hoy transformado en valle por la acción de la erosión.

Situación

La Cueva del Toyu y sus dos bocas anejas (Torca de Lengo o del Fresnedo- y Cueva de Rozada) se abren en la periferia de un cueto que cierra al oeste el valle del río Latarmá, justo antes de que vierta sus aguas en el Lamasón, en Venta Fresnedo. 

Descripción

La Torca de Lengo comienza en fuerte rampa de barro y materia orgánica y desemboca en una salita con varias ramificaciones. Por encima de un gran bloque se accede a la entrada de un meandro ventilado, el cual va a parar a una espaciosa galería horizontal, algo caótica. La continuación principal es una empinada rampa, con algún diverticulo lateral, aque conduce hasta un segundo piso horizontal, bastante amplio, situado a -26 m. En su extremidad más oriental desemboca una galeria en pronunciado declive, que asciende hasta salir al exterior a través de la Cueva de Rozada (-13 m).

En el ángulo SO, oculta por grandes bloques aplanados, arranca una galeria caótica que se cierra para formar una ventana sobre un escarpe de 2,5 m. La corriente de aire indica el camino a seguir. Al pie del escarpe, un segundo escalón vertical puede ser evitado utilizando un pasaje lateral, a la derecha, en fuerte rampa cubierta de barro. Nos encontramos en el recinto más espacioso de la cueva, una amplia sala descendente, pavimentada por coladas. En su parte baja, oculto en parte entre bloques pulidos, cubiertos de pátina negra, arranca un pasadizo descendente, con suelo de arena, que va a parar directamente al sifón terminal del río Latarmá subterráneo (-57 m; fondo medido a -62 m).

El rio Latarmá desaparece bajo tierra a través de la imponente boca de la Cueva del Toyu. La galería de entrada es muy espaciosa, aunque rápidamente su bóveda desciende hasta alcanzar la altura de un hombre. Grandes bloques bordean la margen izquierda del rio, en la cual engarza un pasaje ascendente, excavado a favor de los estratos. Inmediatamente se alcanza la primera cascada (P 7 m), que es necesario descender por la derecha, siguiendo una instalación acrobática, para evitar el azote del aqua en caso de crecida. Se alcanza así una pequeña plataforma que domina la segunda cascada (P 9 m). Esta es mucho más peligrosa que la primera, ya que el rio se precipita por un tubo de apenas 1,5 m de diámetro. Cruzando por encima de ese tubo puede accederse al borde superior de un segundo tubo paralelo, inactivo, por donde el descenso se realiza sin problemas. Existe, también, la posibilidad de avanzar de frente, por encima de este segundo pozo, hasta alcanzar una serie de pasajes angostos y tortuosos, emplazados a cierta altura sobre el cauce del río, que van a parar directamente a la continuación aquas abajo. El descenso de la vertical vale la pena, no obstante, ya que lleva directamente al borde de un hermoso lago en el que se precipita con furia el río, La sala del lago se prolonga en una galería amplia en la que, al poco, el rio desaparece a través de un sifón.

Hay que buscar un paso entre bloques, al pie mismo de la vertical, para acceder a un laberíntico entramado de pasajes, excavados a favor del buzamiento y posteriormente reexcavados en profundos meandros. La progresión es algo compleja y, por ello, es muy fácil despistarse. Finalmente se atraviesan un par de salas y un estrecho meandro hasta desembocar en un sector algo más espacioso, en el que inmediatamente reaparece el rio, circulando tranquilamente al pie de una playa de arena. Todo este tramo de galería tiene una sección característica, como consecuencia del buzamiento de los estratos.

Por fin se llega al lago que precede al sifón terminal (-57 m) y a la confluencia con las galerías procedentes de las bocas superiores del complejo. Cruzar ese lago no siempre resulta fácil, debido al variable nivel de las aguas.

El trayecto del río subterráneo hasta el exterior es desconocido, aunque no tendrá más allá de 150 m. La resurgencia se sitúa al pie de la Canal de Rozada, en un caos de bloques al borde mismo del río, y es impenetrable.

Referencia
Boletín Cántabro de Espeleología 16
Federación Cántabra de Espeleología 
Santander 2007

viernes, 27 de diciembre de 2024

La Cuevona (Reocin)

 

Descripción: Comenzaremos esta descripción refiriéndonos a los accesos al interior de la cavidad. Entradas: Posee la cueva 4 entradas como Sifón, Sumidero, Boca I y Boca II. A excepción de la tercera, son todas un tanto difíciles e incómodas de forzar, debido a sus tendencias sifonantes; es por tanto la Entrada I, totalmente desprovista de agua, la utilizada habitualmente para penetrar en la cueva.

El primer grupo llamado conjunto del Caos de Bloques, comprende las galerias mas evolucionadas, consideradas con débil o nula corriente de agua y lo integran las denominadas: Galeria Principal, Galería de la Izquierda, de las Coladas, Sala Del caos de Bloques, Galería del Campamento y Laminador S.E.S.S.

El segundo grupo, Conjunto del Río (pues esta galeria es su componente principal), lo forma la reunión de los caudales de las denominadas: Cascada I y II, Peredo y Sumidero que van a parar a su vez a la del Bote, Seca y J. A. Garcia. Generalmente todas son estrechas, no muy altas, de forma triangular y emplazadas sobre diaclasas.

Conjunto del Caos de Bloques: Nada mas traspasar el umbral de la Entrada I, cubierto en su mayor parte por restos organicos y sedimento, se observa una galeria de constitución madura y cuadrado aspecto, que se torna en triangular a los pocos metros. Presenta un techo recorrido por diaclasas de dirección 335º-316º, y por un meandro,cuyo indice de meandrización es de 4'18.

A excepción de cuchillas tipo escalope y lenar inverso en las paredes y techo respectivamente, no posee esta galería más características morfológicas erosivas.

También pueden apreciarse algunos bloques paralelepipedos desprendidos, vermiculaciones arcillosas y “mond milch”.

A 23 metros de la entrada y en la pared izquierda, se puede ver una galería que denominaremos “de la Izquierda” muy parecida a la principal, pero que acaba cegandose en su final por sedimentos arenosos.

Nada mas traspasar el meandro de la galería Principal, nos corta el paso una cascada en “salto de esqui” que se corresponde con la existencia de un estrato mas duro.

Esta cascada nos conduce a la sala del Caos de Bloques, en cuyo lado izquierdo y por debajo de un gran bloque suspendido, podemos penetrar en la Galeria de las Coladas. La morfología dominante que presenta es la reconstructiva, pues aparecen en gran profusión los fenómenos litogénicos, en los que se puede apreciar una compleja evolución caracterizada por coladas suspendidas en el aire debido a la eliminación del sedimento que las sustentaba evacuación que sigue produciéndose hoy día circulando el río subalveamente. En la parte superior de las paredes abundan los “tubos a presión” que merced a las láminas de agua que por ellos descienden, han generado coladas en órgano y panza, con un purisimo color blanco o teñidas de rojo hematítico. Aparte de estas formas se observan numerosos ejemplos de litogenia, como son estalactitas y estalagmitas de caudal, climáticas, parietales, mixtas, excéntricas, pagoditas, inversas y palmeras, algunas de locales han sufrido fenómenos de solifluxión. En la base de una de las coladas se aprecian unos pequeños “gours” cubiertos de arborescencias corales, asi como estalagmitas botroidales y formaciones pisoliticas y poligonales, acaba impidiendo la progresión en la galeria, como ya es típico en esta cueva un hundimiento elástico mezclado con sedimento arcillo arenoso.

Retornando a la Principal, abandonada en la “cascada”, para efectuar la descripción de la galería de las Coladas, entramos en la Sala del Caos de Bloques, llamada así, debido a los numerosos bloques y lajas que la rellenan casi totalmente e impiden seguir el curso del riachuelo procedente de la galeria de las Coladas y algunas escasas filtraciones de la Principal. En el techo de la sala se observan múltiples galerías, que según creemos son los restos de un pretérito y fosilizado piso superior, recubiertas en su totalidad por sedimento arenoso y mereciendo especial atención las de la Cinta y el Campamento que, al no estar colmatadas en su mayor partenos han permitido efectuar su descripción morfológica.

La de la Cinta, se encuentra en la parte superior del caos y tiene la forma de un tubo a presion retocado por una posterior erosión a presión libre, que la ha alargado considerablemente en profundidad, no pudiéndose explorar completamente, debido a su estrechez dimensional que impide la progresión por los métodos normales.

La galería del Campamento es la que se encuentra en el fondo de la sala y a la misma altura que la de la Cinta. Su techo se ve recorrido por una serie de diaclasas, que han permitido la aparición de estalactitas caudal tipo macarrón y climáticas de bandera decalcificadas. En el suelo abundan las desecaciones poligonales, así como dos espolones sedimentarios de meandro, que por su configuración, dejan entrever una corriente surgente respecto a la galeria Principal.

Abandonando la sala por un hueco existente entre los bloques, volvemos a encontrar el riachuelo ya reseñado, esta vez con su caudal algo engrosado, debido a pequeñas filtraciones a lo largo de su recorrido. Los fenómenos erosivos vuelven a aparecer,estando representados por cuchillas de lenar y marmitas semirrellenas de sedimento. También el periodo clástico es de relativa importancia, con algunos bloques rectangulares, observándose en uno de ellos la forma de un antiguo tubo a presión.

Las aguas discurren placidas, hasta sumirse por un plano de estratificación, yendo a 
surgir en la galeria del Rio, como hemos podido comprobar gracias a las coloraciones 
efectuadas con fluoresceina. Si en vez de continuar' por este sumidero de imposible forzamiento en algunos sitios, seguimos el curso abandonado, con un lógico nivel 
superior, llegamos a una pequeña sala delimitada por dos galerias y que son 
denominadas como “Pasos al Río”. En el frente de esta misma sala, una galería no muy alta, emplazada sobre diaclasas y con grandes cuchillas de lenar inverso, nos conduce al laminador S.E.S.S. La sedimentación la rellena en gran parte, dando origen a numerosas desecaciones poligonales y espolones sedimentarios de meandro, que aportan como dato de gran interés, una corriente absorbente respecto a la galería del Río. Conforme el avance es mayor la progresión se hace más dificil debido a la disminución en altura del techo, haciéndose necesario el reptar durante 250 metros.

Es aquí donde el clasticismo ha forjado el clásico techo en estrato. El sedimento es 
fundamentalmente arenoso, dejando ver en algún lugar recubrimientos litogénicos que 
revelan la compleja evolución sufrida por la caverna. 

Al igual que la galería de las Coladas, ésta se ciega por un derrumbamiento elástico de 
descalcificación descomposición, ateniéndonos a la teoría de J. C. Fernandez Gutiérrez sobre la fase clástica.

Conjunto del Río

Comenzaremos el estudio descriptivo del Conjunto del Rio a partir de su comienzo en 
las Galerias de las Cascadas.

Al terminar la Galería H. P. Merced a un derrumbamiento, al igual que en la sala del
Caos, se ha formado un pequeño ensanchamiento en el que desembocan dos cascadas de agua procedentes del mismo número de galerías. La cascada de la derecha nos lleva hasta la llamada “I”. En su boca una colada teñida con óxido de hierro, hace necesario el empleo de un cordino para remontarla. El trazado de esta galeria es en diaclasa con planos de estratificación ensanchados por el agua.

A los 120 metros un fuerte clasticìsmo, en el que se mezclan elementos alóctonos y 
autóctonos, nos impide toda progresión. Por entre los bloques sopla una fuerte corriente 
de aire, lo cual unido a la presencia de una abundante fauna troglóxena, nos hace pensar en una salida al exterior muy próxima.

Cascada II

Termina en una gran colada por debajo de la cual surge el río. Abundan los relieves 
erosivos, tales como profundas marmìtas de pulidas paredes, en las que aparecen 
algunas estalactitas excéntricas en forma de cuerno. Son también muy representativos 
de una pasada y complicada evolución, algunos retazos de hojaldres con cantos
soldados a su base, que nos hablan de una etapa fósil por cantos rodados.

Galeria H. P.

En el principio de ésta, un estrato de arenisca, que observamos más adelante en el resto de las galerías del conjunto del río, forma un nivel de base debido a su relativa 
impermeabilidad. La forma general de la galería es triangular, apreciandose a veces en su techo restos de tubo a presión. Existen también algunos estratos suspendidos, a causa de la minima resistencia a la erosión que ofrecen las soluciones de continuidad. Muchos suelos falsos jalonan la galeria, y al derrumbarse por su estado de precario equilibrio hacen peligrosa la exploración, ya que ésta se realiza normalmente
a cuatro y seis metros por encima del encajamiento acuífero.

Los fenómenos litogénicos son escasos, a excepción de grandes climáticas estalactíticas y algún macarrón decalcificado, siempre dispuestos arbitrariamente y de forma dispersa; y alguna colada que fuerza a la corriente hipogea a sifonarse.

A los 110 metros se ensancha considerablemente formando un pequeño vado con un tramo abandonado debido al buzamiento de las capas calizas.En este vado desemboca un rio procedente de otra galeria de poca anchura, que la denominaremos como Peredo.

Galeria Peredo

Siendo ésta la de mas desarrollo individual de la cueva, resulta de exploración 
sumamente penosa y monótona debido a su estrechez e igualdad de formas. El mismo 
aspecto de instalación en diaclasa, con restos de tubo a presión se aprecia en esta parte 
de la cavidad.

Posee también algunos bloques caídos del techo atravesados entre las paredes y coladas estalagmiticas secas de relativa blancura, que transforman muchos tramos en gateras con tendencia a bóvedas sifonantes. A los 280 metros existe una bifurcación de la que vienen dos caudales que se unen en este punto. La galeria de la Izquierda se ciega entre bloques a los pocos metros, mas la de la derecha, continúa aún durante más de trescientos metros. Es en esta última parte donde existe una variadisima gama de fenómenos litoquimicos, encontrándose no en abundancia pero si en diversidad, la mayor parte de los estudiados hasta la fecha. Es de hacer notar también en esta galería, la complicada evolución retocada por rejuvenecimientos debidos a erosión acuífera, que ha hecho desaparecer los mantos de recubrimientos cálcicos hasta solo poder apreciarse el fenómeno hoy en día, merced a negras cuchillas que al partirlas nos han revelado estar integradas por sucesivas capas de carbonato cálcico, separando sedimentos samíticos y peliticos.

Algunas areas de colada, ocasionan laminadores cubiertos de agua y barro, a través de los cuales se llega a un angosto tubo a presión de donde surge el río y que, debido a una alarmante crecida que sufría el caudal hipogeo, nos vimos obligados a dejar sin explorar.

De nuevo en la galería del Rio, observamos un gran ensanchamiento con acumulaciones de cantos rodados areniscosos y detritus alóctonos que obliga al rio a describir una 
desviación de su antiguo curso normal. A fondo de esta acumulación, que podriamos 
definir como espolón sedimentario de meandro, dos bocas marcan el comienzo de la galeria del sumidero.

Galería del Sumidero

Tiene un trazado en techo plano, con evidente decalcìficación. En la actualidad sufre un proceso clástico en forma de grandes bloques y lajas de descompresión lateral. El sedimento es totalmente diferente al del resto de las galerías, pudiendo clasificarse como sefitas calcareas de calizas y cuarzo mezcladas con conglomerados de gran tamaño y bolsones de pelitas ferruginosas sumamente plásticas. En su final una acumulación de terra rossa” y lajas, en su totalidad alóctonas, cierra la antigua boca a un lado de la cual surge el rio Rucabio sumido en la uvala por la entrada 
Sifón.

Siguiendo la corriente hidrológica (Río Abajo) que abandonamos para la descripción del Sumidero, y una vez dejados atrás los Pasos al Rio llegamos a un conjunto de galerias de visible interés y a las bóvedas sifonantes.

El primer tipo compuesto por las de “abandono” son galerías cubiertas hoy de un fino sedimento arenoso, y que durante algún tiempo sufrieron una fosilìzación ya evacuada y cuyos restos se pueden apreciar en los sedimentos pelíticos incrustados en las diaclasas. En algunos puntos las conjunciones de fracturas tectónicas con los planos deestratificación han ocasionado hundimientos de poca importancia dando origen a bloques de forma paralelepípeda, siempre anarquicamente distribuidos.

El sedimento se llega a hacer tan abundante que transforma la galería en un laminador 
de suave pendiente y de incómodo forzamiento, al final del cual, encontramos una de las bóvedas sifonantes con una abundante representación de fauna troglóxena.

Si en vez de seguir el curso abandonado y sólo utilizado por el agua en casos de fuerte 
inundación, continuamos la exploración por la segunda parte del conjunto iremos 
observando la ya clasica morfología reseñada anteriormente, de formas triangulares, con restos de tubo a presión en algunos puntos y paredes muy erosionadas, aunque todo el en menores dimensiones que las normales del resto de la cueva y mostrando un notable desarrollo de los fenómenos elásticos. Posteriormente aparece la segunda bóveda en la que desaparece todo el caudal reunido en la galeria del Rio, gracias a las aportaciones secundarias de toda la cavidad.

Referencia                                                  Cuadernos de Espeleología 3
Publicaciones del Patronato de las Cuevas Prehistóricas de la Provincia de Santander 1968

jueves, 28 de noviembre de 2024

Cueva de la Benita (Carmargo)











La Benita posee dos bocas de entrada, y un desarrollo de 436 metros. Los primeros 70 metros vienen acompañados de continuos saltos de entre 5-8 metros, con una pendiente de -45 en los 20 primeros metros, entrando por la boca izquierda. Aqui hace necesario el uso de cuerda o escala ( mucho mejor), para salvar los 4 primeros saltos.

El primero de los saltos se ubica en la misma entrada, y se debe realizar con un anclaje en la pared, desplegando en torno a 20 metros de escala, a través de un caos de bloques, para terminar en un vestibulo de gran altura (unos 15 metros).

En la parte izquierda del vestíbulo, la cueva sigue actuando de sumidero aunque taponado por numerosas rocas, materia vegetal y basura procedente del exterior. Sin embargo, en la zona derecha queda descubierto otro sumidero que es por el cual accedemos al sistema hidrológicamente activo, y que forma parte del segundo salto; otra vez, tenemos que hacer uso del material de descenso para salvar 6 metros de desnivel y legar a la red de galerías en forma de "v" muy estrechas y con tramos en los que se circula por repisas laterales, al cabo de las cuales están los dos últimos saltos de 3 metros cada uno.

Llegados a este punto nos encontramos con bóveda con importante hidrología interna, y en una donde los caos de bloques algunos móviles se hacen presentes todo el camino a a lo largo de los siguientes 200 metros. Aqui nos llamó especialmente la atención uno de los bloques, de unos 9 x 4 metros

y de forma rectangular que se encuentra casi pegado al techo, a unos 10 metros de altura, y gue parece sujetarse tan solo por uno de los cantos.

En este tramo, las galerías alcanzan unas dimensiones de unos 15 x 10 metros de altura, hasta que se produce un estrechamiento general de la galería que coincide con un cambio en la geología de la roca encajante, y donde se observan muchas más formaciones debido a fenómenos reconstructivos mucho más desarrollados.

Referencia
Boletín Cántabro de Espeleología 14
Federación Cántabra de Espeleología 
Santander 2000

sábado, 26 de octubre de 2024

Cueva Villegas I (Alfoz de Lloredo)

La boca se presenta como un tubo en rampa de 6 mts de desnivel la cual desemboca en una sala; a la izda. de la misma se aprecia una pequeña galería que da acceso por otra gran rampa al resto de la cavidad.

Durante la exploración y topografía dela misma, moraba en su interior una de las colonias de murciélagos mas numerosa vista por nosotros, estamos hablando de cientos de ejemplares de la variedad de Rinolophus (herradura).

El desarrollo de la cavidad, según nuestra topografía es de 524 mts, con un desnivel máximo de -23 mts.

Esta cavidad ha sido visitada en el pasado como atestiguan los graffitis.

Es fósil en sus galerias iniciales, abundando los suelos arenosos, accediendo a la zona activa nos encontramos un río con bastante caudal, que a falta de una coloración que lo ratifique vendría de la conocida como Villegas lII.

Referencia
Boletín Cántabro de Espeleología 15
Federación Cántabra de Espeleología 
Santander 2003

sábado, 28 de septiembre de 2024

Cotillamón y Marimón


Los picos de Busampiro o peñas de Rucandio, son dos montañas simétricas situadas en Cantabria (España) llamadas Cotillamón y Marimón, la primera de ellas ubicada en el municipio de Riotuerto mientras que la cima de la segunda es vértice fronterizo entre aquel y el municipio de Liérganes. Popularmente son más conocidas como Tetas de Liérganes, Tetas de la Pasiega o Tetas de la Angustina.

Cotillamón y Marimón son dos cimas cercanas que se encuentran a una altitud de 399 y 400 metros respectivamente sobre el nivel del mar, bordeadas al oeste y el sur por el río Miera, y a cuyos pies descansan las poblaciones de Liérganes, Rucandio, 

Extremera y Angustina en la vertiente norte.

Geológicamente se trata de dos afloraciones calizas que despuntan en una geomorfología kárstica, característica de gran parte del valle del río Miera.



Cavidades de Lierganes
Torca del Pico Levante
Cueva del Nido
Torca de Jovachuba
Cueva del Refugio 
Torca del Calcetín
Torca Escondida
Sumidero del Hoyo Busampiro 
Torca del Hoyo Busampiro
Torca del Hoyo del Nogal
Cueva del Prao Cesareo


Cavidades de Riotuerto 
Torca Caballo del Torno
Torca del Sendero
Torcon de Peña Redonda
Torca del Macio
Torca del Pozon
Cueva del Maciu

Referencias

José Luis Alonso Sánchez (2002). Trabajos en el Karst de Liérganes y Riotuerto.

Alfonso Pinto, Teodoro Palacios  y Felipe Canales (1996).Trabajos en el Karst de Riotuerto.

Fernando Obregón Goyarrola (1995). Nuevas rutas por las montañas de Cantabria.

Emilio Muñoz (1992). Las Cavidades con Yacimiento Arqueológico en Cantabria.

José M. Torres García (1975). Avance al Catalogo de Cavidades de la Provincia de Santander (V).

miércoles, 28 de agosto de 2024

Cueva de Jivero III (Matienzo, Ruesga)

 

Está situada en la dolina de Jivero, y es la unica de las tres cuevas descritas que se encuentra en el flanco Norte del anticlinal (las otras dos se encuentran en el flanco sur y en la charnela), loc ual la da unas características morfológicas completamente diferente a las de las otras dos cuevas.

Su curso subterráneo es un "thalweg" hipógeo de trazado reticular, debido a la red de diaclasas sobre las que está emplazado, que presenta algunas ramificaciones en los cambios de tumbo en la galeria en "fondo de saco'. Su ámbito es marcadamente descendente, poseyendo varias cascadas de menos de un metro de altura y "saltos de esquí"que corresponden a los diversos  extractos calizos que va cortando la cueva.

Las secciones son de marcado carácter gravitacional, haciéndose necesario para circular por ella, el caminar siempre inclinado debido a estar emplazada sobre diaclasas no siempre verticales.

Las aguas del riachuelo que hemos venido siguiendo, desaparecen en una boveda sifonante marca el limite explorable de la cueva, siendo destacar a todo lo largo de este recorrido una bonita chimenea en su techo.

Referencia
Cuadernos de espeleología 2
Publicaciones del patronato de las cuevas prehistóricas de la provincia de Santander
Santander 1966