Situación: Situada en la localidad de San Esteban.
Su entrada se abre en las calizas del Cenomanense superior, que se asoman, en estratos sensiblemente horizontales, en los márgenes de una antigua dolina, hoy apenas inexistente, y por la cual surca una pequeña corriente de agua que nace un doscientos de metros mas arriba y penetra en la cueva.
La entrada es de pequeñas dimensiones, dando paso directamente a una galería descendente, de 27 m., con el suelo lleno de bloques, coladas parietales y algunas columnas estalagmiticas. Es recorrida por el riachuelo que penetra por la parte baja de la pared izquierda, a pocos metros de la entrada. Esta galeria principal, que denominaremos Galería del Río, da paso a una sala, o ensanchamiento, donde se abre a la derecha una galeria lateral, de corto recorrido, y que formando un angulo recto toma la dirección de la boca. Prácticamente es una y, cuyo brazo derecho, más largo, de 22 m., de sentido ascendente, con coladas en suelo, techos y paredes y abundantes estalactitas, estalagmitas, así como columnas que la hacen diferente a todo el resto de la cueva. Se cierra por un pequeño caos de bloques que imposibilita la continuación si la hubiese. El brazo izquierdo, que posee en sus comienzos un amontonamiento de lajas de pequeñas dimensiones, procedentes de la disgregación de la caliza de techo y paredes, fenómeno único en toda la cavidad, se ciega en una minúscula sala por ascenso del suelo. Ambos brazos están recorridos en su techo por una diaclasa.
Volviendo a la Galería del Río, a la sala o ensanchamiento antes mencionado, vemos que su techo está recorrido por tres diaclasas, paralelas, en sentido longitudinal, de unos 9 metros. Tiene coladas parietales y bloques en el suelo.
Continúa en sentido descendente y estrechándose paulatinamente hasta alcanzar un metro. Este estrechamiento en diaclasa da paso a un nuevo ensanchamiento en el que se abre, en su pared derecha, un agujero impracticable. Metros más adelante comienza la primera zona de marmitas practicadas en el lecho del rio. Son similares a las existentes en numerosas cuevas, salvo que el material en que están erosionadas es más bien arenoso, protegido en su zona superficial por una capa mas dura que impide sean erosionadas más rápidamente por el rio.
En esta parte se observa en las paredes de la galería un recubrimiento de colada y arcilla, y el techo recorrido por una diaclasa.
A una treintena de metros comienza otra zona de marmitas, de caracteristicas idénticas a las anteriormente descritas. El corte de la galeria en este punto tiene forma de T, lo cual nos muestra que la circulación del agua fue aprovechando la unión de dos estratos, y que el río erosíonó profundizando hasta el punto donde actualmente se encuentra.
Después de una ligera pendiente el río se precipita, formando cascada, por un corte vertical de casi dos metros, hasta una gran marmita.
La génesis de este salto bien puede deberse a un proceso de disolución de la roca, buy blanda y arenosa en este punto, coadyuvado por una intersección de diaclasas.
Este salto provoca, además, un cambio en la altura y estructura general de la galeria, pudiendo contarse cuatro potentes estratos con seis metros de altura y un perfil diferente al hasta ahora descrito, convirtiéndose en una zona seca al encajonarse el rio en su fondo, y con una gruesa diaclasa que la recorre longitudinalmente.
En un ensanchamiento de la galería hay practicadas dos nuevas marmitas, y cubriendo toda la anchura de la galería un “hojaldre” de colada estalagmítica bajo el cual discurre el río.
Poco más adelante comienza una galeria lateral en sentido opuesto a la del río, que denominaremos Galería Arenosa y que luego describiremos.
A los pocos metros de esta bifurcación, y después de una corta pendiente, nos encontramos con una zona donde el río se embalsa formando un pequeño lago de proporciones alargadas y poca profundidad. El suelo de sus orillas es arcilloso y da paso a otra pequeña pendiente con otro embalse de similares características, aunque más ancho. De este punto parte una nueva galería, que denominaremos Galería Superior, en el mismo sentido a la del río y que estudiaremos posteriormente.
Para continuar por la Galeria del Rio, es preciso penetrar por uno de los dos agujeros existentes en el comienzo de la pared derecha de la Galeria Superior y que comunican con el río. La galeria aquí es de poca altura y es necesario reptar unos metros por el propio lecho del río, bastante arcilloso y con algunas coladas, hasta llegar a un
punto donde se establece una comunicación en el techo con la Galeria Superior. El suelo aqui es más bien arenoso, con algunos bloques y dos nuevas marmitas y sentido descendente. Hay coladas que recubren algunas paredes y que llegan incluso hasta casi cegar la galería, como en el paso que hay que franquear a través de una colada, de muy estrechas proporciones, para llegar al último lago que se observa en esta zona final. Atravesando el cual, y después de un ensanchamiento, finaliza la posibilidad de progresión perdiéndose el rio entre unos bloques.
Volviendo a las galerías que antes dejamos sin describir, y comenzando por la Galeria Arenosa, diremos que su principio es ascendente, con rumbo contrario al de la Galeria del Rio, con el suelo lleno de arena, y con un perfil estrecho y no muy alto, hasta encontrarnos con un ensanchamiento en sentido descendente y un nuevo estrechamiento. Punto éste donde la galeria es mas próxima a la del río. A partir de aqui juzgamos a ambas a la misma altura, aunque en su final se encuentre la Galeria Arenosa a mayor nivel. Cobra de nuevo anchura la Galeria Arenosa y vemos algunas coladas y zonas de bloques, con sensible ascenso progresivo, hasta llegar a cegarse por un tope de concrecíones estalagmíticas.
Esta galería alcanza igual desarrollo a la del río en su comienzo, y de no haberse cerrado es muy posible comunicase con el exterior, lo cual hubiera sido interesante, pues aportaría datos para la génesis de la cueva. En cuanto a la Galeria Superior, que comienza poco después del segundo de los denominados “lagos”, con el suelo de arena en gran cantidad, y las dos comunicaciones en su pared derecha a la Galeria del Rio, presenta, a los pocos metros, una nueva comunicación practicada en el medio de la galería a modo de recortadura, de dimensiones bastante amplias, que hace pensar en un curso abandonado por el rio al practicar otro, por el cual discurre actualmente. A partir de esta comunicación hay una zona de bloques, en sentido ascendente, que casi taponan la estrecha galería de 1,40 metros, para luego descender formando montículo ensanchándose a tres metros. Toma aquí la galería un aspecto casi artificial, debido a la horizontalidad de los estratos y a lo plano de su techo, que da un corte a la galería de un perfecto cuadrado. Tiene el suelo lleno de grandes bloques paralelepipedicos y en conjunto tiene un aspecto similar a la vecina cueva de Altamira.
Conviene hacer notar que la galeria discurre a mayor altura que la del rio. Hacia la mitad de esta amplia galeria comienza bajo los bloques el curso seco de un río, que sigue la dirección de la galería, y que la proporciona un suelo arcillo-arenoso. Hay un descenso de altura de techo, de tres a un metro, observándose en el suelo unas desecaciones poligonales en arcilla y algunas estalactitas, estalagmitas y columnas, pero en poca cantidad. Dando un giro de 90° sobre su rumbo se ensancha la galeria hasta 5,60 metros cegándose en laminador El suelo es arcilloso, viéndose en un recodo de la pared izquierda, al comienzo del ensanche, unas pequeñas estalactitas excéntrìcas. Una diaclasa recorre el centro de la galería en sentido longitudinal.
Publicaciones del Patronato de las Cuevas Prehistóricas de la Provincia de Santander 1971