lunes, 15 de enero de 2018

Catalogo de Cavidades del Municipio de Pielagos Actuaciones Espeleologicas 1986-2003


Historia de las investigaciones

En el norte de España las cuevas fueron utilizadas desde los primeros asentamientos humanos del Paleolítico Inferior hasta la Edad Media. En épocas moderna y contemporánea, apenas sirvieron las entradas de algunas cuevas como refugio de ganado menor, infundiendo éstas gran respeto, acaso temor, a los lugareños. De hecho, en la mitología popular son identificadas como divinidades malignas (los Ojáncanos/as), seres míticos similares a los que aparecen en otras regiones (García Lomas, 1964), como el Polifemo de la Odisea, personificación del volcán.

En Cantabria, las primeras exploraciones en cavidades se vinculan a la investigación arqueológica. Pioneros de la arqueología regional, tales como E. de la Pedraja, M. Sanz de Sautuola y J. Vilanova y Piera excavaron la cueva de Covalejos, a finales del siglo XIX (Madariaga, 1972). Con anterioridad no se conocen noticias sobre las cuevas de Piélagos, excepto en un mapa del siglo XVIII, donde aparece una cueva situada en Puente Arce, con el nombre de Tobal, actualmente no identificada. En el libro Cavernas y simas de España de G. Puig y Larraz (1896) sólo aparece citada la cueva de Covalejos.

Hasta los años sesenta del siglo pasado no comenzaron en Cantabria los estudios sobre el karst y sus ciencias auxiliares, con el desarrollo de la Espeleología, aunque tímidamente y de forma muy parcial. En efecto, las principales aportaciones hacen referencia a las descripciones de cavidades y a la topografía de las mismas.

Este desarrollo a nivel regional está muy ejemplificado en el caso de Piélagos, donde la historia de las exploraciones de las cuevas es muy importante, si bien muy ligada a la cuestión arqueológica.

Fueron descubiertos en octubre de 1935 por el Dr.H.-J. Stammer en la cueva de Santián. Trabajos sobre ellos son debidos al prof. Dr. Pierre A. Chappuis, director del Instituto de Espeleología de la Universidad de Cluj, en Rumanía (Chappuis, 1937). Las nuevas especies de crustáceos halladas pertenecen a los copépodos harpactícidos Moraria (Moraria) varica y Parastenocaris cantabrica. También es interesante reseñar que el abate H. Breuil recogió fauna cavernícola terrestre en esta cueva para el prof. Dr. René Jeannel, de la Universidad de Toulouse, en Francia (Jeannel, 1910; Bellés, 1987).

En los años cincuenta del pasado siglo fue el equipo de Camineros de Diputación quien investigó las cuevas con el fin de descubrir nuevos yacimientos prehistóricos (Muñoz et al., 1988). Además de excavar el vestíbulo de la cueva de Santiyán, que rebajaron hasta la base de la secuencia para acondicionarla para las visitas (W.AA., 2002; Muñoz y Montes, 2003), este equipo debió de excavar algunas otras cuevas del municipio, pudiéndoles atribuir las excavaciones en el vestíbulo de la cueva de Las Cubrizas y en toda la cueva de Murciélagos II, sin que estos extremos hayan podido ser contrastados. Además, a este grupo se debe el hallazgo de la cueva de Los Cirrios, donde realizan algunas catas de reconocimiento, hallando yacimiento prehistórico (Muñoz et al., 2003).

También en los años cincuenta se producen visitas a varias cuevas del Monte Picota (Los Cirrios de Mortera y Carmen Arias) por parte de bioespeleólogos franceses, en concreto del Spéléo Club de Dijon: L. Derouet, E. Dresco, M. Dury y J. Negre, dentro de un programa de investigación de los arácnidos cavernícolas de las cuevas de la región (Derouet et al., 1955; Derouet y Hubert, 1971).

En los años sesenta se ralentizan las investigaciones y únicamente resalta el hallazgo, en superficie, de varios cráneos prehistóricos en la cueva de Los Hornos (o de Los Refugios) por parte de un particular llamado J. Herreros (León, 1973), y la realización de varias calicatas en la cueva de Los Cirrios de Liencres por parte de miembros del Grupo de Espeleología de Monte, que luego se integraron en la Sección de Espeleología del Seminario Sautuola S.E.S.S. de Santander (Coterillo et al.,1962).

A principios de los setenta la S.E.S.S publica el primer catálogo de las cavidades del municipio, mencionando las cuevas de Los Hornos (o de Los Refugios), Carmen Arias, Los Cirros, Covalejos y Mortera (León, 1973). Este catálogo es básico, ya que es el primero publicado del municipio de Piélagos. Era muy completo para su época, si bien no considera, incomprensiblemente, la cueva de Santillán (o Santián), ampliamente conocida por las manifestaciones rupestres y por el cráneo humano atribuido al Paleolítico por V. Andérez, que fue presentado en una publicación del Patronato de las Cuevas Prehistóricas de Santander, de gran difusión en la época (Andérez, 1958). Se publica información de gran interés de la cueva de Los Hornos (o de los Refugios). De las cuevas de Los Cirros, Carmen Arias y Mortera, se ofrecen informaciones muy someras, basadas en las publicaciones de los bioespeleólogos franceses, donde sólo hay datos concretos y de primera mano de la cueva de Los Cirrios de Liencres, en la cual señalan el yacimiento arqueológico. Del resto de las cuevas los datos están extraídos de las mencionadas publicaciones, siendo muy confusos. De hecho, las cuevas de Carmen Arias todavía no ha sido reconocidas; la mencionada como cueva "de Los Cirros" debe de ser un error de imprenta; y la de Mortera, probablemente se trate de la cueva de Los Cirrios de Mortera, muy conocida en la zona (León, 1973).

También a principios de los setenta hay algunas investigaciones de carácter arqueológico, como las realizadas por A Moure Romanillo, miembro del Seminario Sautuola, sobre la cueva de Covalejos(Moure, 1968), y las efectuadas por K. Butzer en la misma cavidad, donde interpreta la amplia secuencia estratigráfica de la cueva, atribuyendo los niveles inferiores a fases pre-würmienses (Butzer, 1981), estudios actualmente muy superados.

A principios de los setenta se produce la primera exploración sistemática de las cuevas del municipio de Piélagos por parte del grupo espeleológico G.E.YMA del Astillero (Muñoz y Bermejo, 1987; Peñil et al., 1986). Este grupo tuvo escasa actividad y sus exploraciones fueron muy limitadas, quedando únicamente el testimonio de la recogida de algunas cerámicas en Las Cubrizas -conservadas en el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (Bohigas, 1986)-, y de algunas desafortunadas pintadas en el sistema Covalejos-EI Cotejón.

Comenzando los años ochenta miembros de S.E.S.S. realizaron algunas exploraciones en Piélagos, que dieron como resultado el hallazgo de varias simas en la zona de Las Cubrizas. Dichas exploraciones fueron dirigidas por L. Bohigas, quién realizó el plano topográfico de al menos dos de ellas.

En las últimas décadas del siglo XX se han investigado varios yacimientos arqueológicos; A. Moure Romanillo realizó el estudio de Arte Rupestre de la cueva de Santián (Moure, 1991-1992; Moure 2000), y un equipo dirigido por Ma A Valle Gómez investigó la cueva de Los Perros o Las Penas (Valle y Serna, 2004; Serna et al., 2005).

Por último, en los últimos años han aparecido de forma casual otras cavidades como Pedruquios (señalada por J.A. García Munúa), Calabazas (Montes et al., 2004) y la sima de La Valleja 11 (por Mortera Verde) y las cuevas de Los Reales I y II (por un miembro del C.A.E.AP. acompañado por miembros de la Guardia Civil del SEPRONA).

Exploraciones espeleológicas del G.E.I.S. "Carballo/Raba" en Piélagos

Desde la fundación del grupo G.E.I.S. C/R uno de los principales objetivos del grupo, quizás el más importante, fue el estudio y la exploración de las cuevas de Piélagos (C.AEAP., 1980-1981, 1984; Muñoz et al., 1987, 1988; Muñoz y Malpelo, 1993; Luque, Muñoz y Serna, 1995), y aunque legalmente la fundación del grupo fuera en 1986, éste funcionó con anterioridad a esta fecha, como una sección del C.AEAP., con el que siempre ha estado vinculado pero con objetivos claramente diferentes; el uno orientado a la Espeleología y el otro a la Arqueología (CAEAP., 2003).
Así, a finales de la década de los setenta del pasado siglo, comenzaron las exploraciones sistemáticas del municipio de Piélagos, revisándoseademás la mayoría de las cavidades descubiertas previamente. En esta época se reconocieron 11 cuevas que se publicaron en la Carta Arqueológica de Piélagos (Muñoz et al., 1981-82).

En la primera mitad de la década de los ochenta se produjo una ralentización de las exploraciones, aunque se reconocieron hasta 71 nuevas cavidades, la mayoría inéditas y de interés arqueológico. Se procura la publicación de los resultados obtenidos (Muñoz, 1992; Montes y Muñoz, 1998). Otras publicaciones del grupo contenían abundantes citas de cuevas de Piélagos, especialmente en el capítulo de fauna cavernícola, con los arácnidos del orden Opiliones y superfamilia de los Ischyropsalidoidea (Luque, 1991, 1992). También es reseñable el artículo que se publicó en colaboración con el C.AEAP. sobre las topografías de las cavidades arqueológicas de Cantabria, en cuya segunda zona se incluyen las cuevas arqueológicas de Piélagos (Muñoz et al., 1987). Por otra parte, varios miembros del grupo publican artículos de conservación del Patrimonio (Muñoz, 1988), como el referido al impacto de las canteras (Gómez Arozamena, 1988).

A principios de los noventa crecieron notablemente las exploraciones en el territorio de Piélagos,con respecto a los años anteriores. Las investigaciones se centraron en la zona kárstica de Covalejos y Los Covachos del Peñajorao, ya que estaba en marcha un ambicioso programa investigador centrado, precisamente, en la documentación y estudio del karst de Peñajorao (municipios de Piélagos y Camargo) (Luque et al., 1995, 1997; Luque, 2001 a). Dentro de este estudio se llevaron a cabo actuaciones arqueológicas en varias cuevas (con el oportuno permiso de la Consejería de Cultura y Deporte): Calero 11, Portillo del Arenal, El Mato, Las Cubrizas, La Raposa y el Abrigo de Barcenilla (Muñoz y Morlote, 2000; Morlote y Muñoz, 2000a, 2000b).

En 1994 se colabora con técnicos de la Universidad de León en el "Inventario Nacional de Hábitats y Taxones de interés Comunitario susceptibles de pasar a formar parte de la Red Natura 2000: Región Biogeográfica Atlántica", con el objetivo prioritario de obtener una primera aproximación de la Biodiversidad Subterránea de Cantabria (Luque, 1994). A instancias de la Dirección General de Montes y Conservación de la Naturaleza del Gobierno de Cantabria, entre 1997 y 1998, se efectuaron diversas colaboraciones con el equipo del departamento del CITIMAC de la Universidad de Cantabria, con el propósito de preparar una Lista de Lugares de Importancia Comunitaria (L1Cs) derivados de la Directiva 92/43/CE de Hábitats en Cantabria (Luque, 1998). Fruto de ello se ha obtenido una amplia relación de áreas kársticas de gran interés bioespeleológico, catorce en total (entre las que se encuentra la cueva de Los Covachos del Peñajorao) que constituyen una base de datos soporte de información relevante sobre la fauna cavernícola y los murciélagos en Cantabria (NGS, 1999).
A nivel de publicaciones hay que mencionar las primeras exploraciones en la cueva de Los Covachos del Peñajorao, y el estudio fenológico sobre la fauna opilionológica de Cantabria, ambos trabajos publicados en el V Congreso Nacional de Espeleología celebrado en Camargo-Santander (Muñoz et al., 1992; Luque, 1992). Asimismo, se publican en colaboración con el C.A.E.A.P. diversos artículos de cavidades arqueológicas, destacando el referido a las cavidades sepulcrales de Cantabria, en el VI Congreso Español de Espeleología celebrado en La Coruña, donde se incluyen las cavidades sepulcrales de Piélagos (Muñoz y Malpelo,1993).

A finales de los años noventa y mediados de 2002, con el propósito de concluir las investigaciones y la publicación de las cavidades de Piélagos, se catalogan gran número de cavidades (Montes y Muñoz, 1998). destacando la Torca de Los Hoyos de San Pantaleón, con la mayor profundidad en vertical (112 m) del municipio (Luque, 2001 a). Además, junto al grupo inglés de "Expedition to Matienzo" se completa la topografía del acuífero kárstico de Fuente La Vieja-El Cubillo-Los Covachos del Peñajorao (Luque et al., 1995, 1997; Luque, 2001 a), consiguiendo una de las mayores cavidades con sus más de 11,5 km de recorrido (sin finalizar las labores topográficas)- próximas al litoral cantábrico peninsular (León García, 1997; Puch, 1997). Por otra parte, los compañeros geólogos Francisco Fernández Ortega y Ma Carmen Valls Uriol publican un selecto y lujoso libro fotográfico de las cuevas de Cantabria, entre las que se encuentra el sistema kárstico de Fuente La Vieja-Cubillo-Los Covachos del Peñajorao (Fernández y Valls, 1998). Por esas mismas fechas también se colabora con el Grupo de Espeleología Bathynellidae de Madrid, prospectando dicha cavidad junto a los compañeros Carlos Puch, Ana 1. Camacho y Fidel Molinero. En la década de los noventa del pasado siglo se han practicado distintas intervenciones arqueológicas en varias cavidades del municipio:

La aparición en 1993 del conjunto de pinturas paleolíticas de la cueva del Calero II y del hallazgo de la cueva del Portillo del Arenal en 1995, cuyos descubrimientos fueron protagonizados por miembros del G.E.I.S. "Carballo-Raba" y C.A.E.A.P., obligó a continuar los estudios espeleológicos y aún hoy continúan- en toda la zona arqueológica natural de las cuevas de Covalejos, El Pendo y Los Covachos del Peñajorao (Muñoz, 1996; Muñoz et al., 1996; Valle et al., 1998; Muñoz y Morlote, 2000; Morlote y Muñoz, 2000a, 2000b; Luque, 2001 a; Muñoz y Montes, 2003; Ruiz y Muñoz, 2003; Muñoz y Gómez, 2004; Sanguino y Montes, 2005). También es reseñable el trabajo publicado sobre la Biodiversidad Subterránea de Cantabria, que recoge casi un centenar de endemismos estrictamente cavernícolas y donde se resalta la singularidad del karst de Piélagos por la profusión de especies nuevas para la Ciencia (Luque, 2001 b).

Resumiendo, las investigaciones espeleológicas del G.E.I.S. "Carballo-Raba" en Piélagos, comenzadas a finales de los setenta del pasado siglo hasta la actualidad, han conseguido importantes resultados con el reconocimiento de un centenar de cavidades, donde han participado 12 miembros del grupo: Emilio Muñoz Fernández, Alejandro Bermejo Castrillo, Víctor M. Crespo Lastra, Carmen San Miguel Llamosas, Carlos González Luque, Jesús Gómez Arozamena, Jesús Ruiz Cobo, José Manuel Morlote Expósito, Ramón Montes Barquín, Ricardo Prieto Herrera, Peter Smith Ramón Crespo Lastra y Daniel Perlacia García.

Asimismo, han colaborado en la árdua tarea de catalogación y procesado, diferentes entusiastas y colaboradores, miembros y/o ex-miembros del grupo: Andrés Cabezas Ruiz, Belén Malpelo García, Ramón Tausía Ruiz, Mariano Luis Serna Gancedo, Ángeles Valle Gómez, Miguel Ángel Pérez Pontón, José Manuel Ayllón García, Jesús D. Salmón Daza, Javier Herrera Rovira, y los compañeros ingleses, Phil Papard, Juan Corrin, Peter T. Eagan, Liz Cowle y Steve Openshaw, entre otros.

Por último, los trabajos han contado siempre con el pertinente permiso administrativo de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria, además de sufragar parcialmente nuestros trabajos de campo, entre 1987-1990 y 1995-1998. Por otra parte, el Ayuntamiento de Piélagos ha apoyado institucional y económicamente nuestro proyecto de publicación de esta obra e impulsando decididamente su realización.


Bibliografia

2007 Varios Autores "Catalogo de Cavidades del Municipio de Pielagos Actuaciones Espeleologicas 1986-2003".