Esta cueva se encuentra al sur de la carretera general de Santander a Bilbao, en las proximidades del tramo conocido como “Recta de Heras”.
La cueva tiene un reducido desarrollo, unos 80 m., y se encuentra
excavada en una pequeña faja caliza, a través de la cual discurre un curso de
agua subterráneo. Sus aguas proceden de la circulación aérea de una vallejada
de la ladera norte de Peña Cabarga, que arranca desde la localidad de Santiago
de Heras. Las aguas de este riachuelo son las responsables de la formación de la cavidad y resurgen, tras
recorrer el espacio de circulación subterránea, a pocos metros de la boca de la
cueva.
La morfología de las galerías esta caracterizad por síntomas de
senectud: paredes secas talladas en roca viva desprovista de arcilla, coladas
desecadas, etc. El piso de todos los conductos lo forma un sedimento arcilloso
de carácter fluvial; en el suelo de una galería se aprecian las huellas del
lecho del curso de agua que discurría a través de ella.
Por debajo del nivel de las galerías que forman la cueva, hay otro
nivel de conductos más modernos, a través de los cuales circula hoy el agua a
presión. Se encuentran en proceso de formación y no hay posibilidades de poder
penetrar en esta zona de la pequeña red kárstica.
De cara a comprobar la posibilidad de que en la boca de la cueva
existiese un yacimiento arqueológico, se efectuaron pequeñas remociones
superficiales de tierra en la zona inmediata a la entrada, no aparecieron en
ellas más que una arcilla compacta de color claro, que resulto completamente
estéril.
En el momento presente la cueva se encuentra llena de restos
sólidos, abandonados allí por los habitantes de las casas vecinas: maderos,
restos de cajas, alambres, etc. Aparecen en toda la primera parte de la galería
principal. Igualmente, a unos metros de su boca septentrional existe un pequeño
basurero que confiere al lugar un aspecto aun más deplorable. Por si esto fuera
poco, también las aguas del pequeño regato que formo la cueva dan la impresión
de encontrarse contaminadas por los desagües de algunas cabañas y viviendas
emplazadas en la cabecera del Vallejo, cuyas aguas canalizan este arroyo
Boletín Cántabro de Espeleología Nº1
Federación Cántabra de Espeleología
Santander 1981
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